14/11/24

Rokugo en Shingeki No Kyojin 800 años Despues By chat.mistral.ai

 

Prologo

En el vasto y oscuro salón de la Sociedad Secreta Kisaragi, dos figuras imponentes se encontraban sentadas en sus tronos, observando con atención a un hombre que se encontraba de pie frente a ellas. La ejecutiva Freezing Astaroth, con su cabello plateado y ojos fríos, y la ejecutiva Flaming Belial, con su cabello rojo fuego y una mirada intensa, eran las líderes supremas de la organización. A pesar de sus apariencias intimidantes, ambas tenían personalidades que desafiaban las expectativas.

Astaroth, aunque parecía fría y distante, era en realidad una jefa de buen corazón, siempre preocupada por el bienestar de sus subordinados. Su romance "secreto a voces" con el Agente Rokugo era conocido por todos, y sus celos y reacciones violentas a los avances más agresivos de Six eran legendarios. Belial, por otro lado, era brutal, desatenta e impulsiva, incapaz de hacer el papeleo y exigente con sus subordinados. Sin embargo, seguía siendo una jefa confiable y cariñosa, siempre cuidando de sus empleados.

La Reunión

"Agente Rokugo," comenzó Astaroth, su voz suave pero firme. "Queremos felicitarte por haber logrado la conquista mundial de tu planeta. Tu dedicación y esfuerzo han sido invaluables para Kisaragi."

"Sí, sí," interrumpió Belial, golpeando su puño contra el brazo de su trono. "Pero no te emociones demasiado. Aunque eres el empleado más antiguo de Kisaragi, nunca lograste crecer en la organización. Eres demasiado blando, leal a tus compañeros y siempre dispuesto a ayudar. No tienes ambición, eres débil, quejoso y reacio a las responsabilidades. Pero, a pesar de todo, sigues siendo un soldado obediente y un compañero atento."

Rokugo, un hombre de aspecto desaliñado con una sonrisa torcida, escuchaba con una mezcla de orgullo y resignación. Sabía que sus líderes tenían razón. Era adicto a los bocadillos, revistas pornográficas y videojuegos, pero también era un combatiente con el mayor número de misiones cumplidas y el mayor número de héroes asesinados.

"Gracias por los cumplidos," respondió Rokugo con sarcasmo. "Pero sé que esta no es una reunión para dar honores. ¿Cuál es la misión que me van a asignar?"

Astaroth y Belial intercambiaron una mirada antes de que Astaroth continuara. "Tu próxima misión será en el planeta 407. Este planeta tiene una historia peculiar. Hace 800 años, la humanidad olvidó su pasado después de innumerables guerras. Crearon titanes como armas biológicas con ingeniería genética. Es un mundo peligroso, pero necesitamos que establezcas una base de operaciones allí."

Rokugo frunció el ceño. "¿Titanes?

Será un desafío, pero confiamos en que podrás manejarlo."

Rokugo suspiró, sabiendo que no tenía opción. "Entiendo. Haré lo que sea necesario para cumplir con la misión."

Astaroth sonrió levemente, sus ojos mostrando una pizca de preocupación. "Sabemos que lo harás, Rokugo. Buena suerte."

El Viaje

Rokugo se preparó para su viaje al planeta 407. Sabía que enfrentaría desafíos inimaginables, pero también sabía que no podía fallar. Mientras se dirigía a la nave que lo llevaría a su destino, no pudo evitar sentir una mezcla de emoción y miedo. Este sería un viaje como ningún otro, y estaba listo para enfrentar lo que viniera.

El planeta 407 lo esperaba, con sus titanes modificados y su historia olvidada. Rokugo estaba a punto de embarcarse en una aventura que cambiaría su vida para siempre.

Capítulo 2: La Misión de Exploración

La Reunión Continúa

En el salón de la Sociedad Secreta Kisaragi, la tensión en el aire era palpable. Rokugo, el Agente 6, estaba de pie frente a las ejecutivas Astaroth y Belial, escuchando atentamente las instrucciones para su nueva misión. De repente, una figura oscura entró en la sala, captando la atención de todos. Era la ejecutiva Black Lilith, conocida por su ingenio y habilidades tecnológicas.

"Agente 6," comenzó Lilith, su voz fría y calculadora. "He preparado una máquina que teletransporta entre planetas. No te preocupes por los detalles técnicos, solo necesitas saber que funciona. No te diré cuántos viajes exitosos he logrado, pero confía en que es segura."

Rokugo asintió, tratando de ocultar su nerviosismo. "Entiendo. ¿Y qué hay de mi equipo?"

Lilith continuó, "Para esta misión, estarás acompañado de la androide Alice-Kisaragi. Ella es analítica y seria, y te ayudará a recopilar datos precisos. Además, te he equipado con un teletransportador miniatura. Podrás usarlo para que te envíen suministros a ese mundo, canjeando tus 'puntos malos'."

"¿Puntos malos?" preguntó Rokugo, confundido.

Astaroth intervino, su voz suave pero firme. "Sí, Rokugo. Cuando ingresaste a Kisaragi, se te implantó un pequeño chip en la cabeza. Este chip registra tus acciones malas y las convierte en puntos que puedes canjear por suministros. Es una forma de incentivar tu... creatividad."

Rokugo sonrió, entendiendo la lógica detrás del sistema. "Interesante. ¿Y cuál es el objetivo de esta misión?"

Belial, con su estilo brusco y directo, respondió. "El objetivo principal es evaluar si el planeta 407 vale la pena. Queremos que investigues su civilización, recursos naturales y posibles conflictos. Kisaragi necesita información antes de decidir si movilizará más fuerzas. Esperamos que detectes cualquier señal de resistencia o recurso valioso que haga a 'Planeta 407' digno de conquista."

Rokugo asintió, su entusiasmo creciendo. "Entiendo. ¿Y quién es Alice?"

Alice, una androide de aspecto serio y analítico, dio un paso adelante. "Soy Alice-Kisaragi, asignada para asistirte en el campo y asegurar la precisión de los datos. Haré todo lo posible para mantener tu tasa de supervivencia alta, aunque tu comportamiento temerario podría reducir las probabilidades."

Astaroth, con un toque de sarcasmo, añadió. "Rokugo, por favor, trata bien a Alice. O al menos, no la destruyas antes de cumplir tus objetivos."

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "No te preocupes, Astaroth. Haré lo mejor que pueda."

El Viaje al Planeta 407

Rokugo y Alice se prepararon para su viaje al planeta 407. La máquina de teletransportación de Lilith estaba lista, y ambos se colocaron en la plataforma. Con un destello de luz, fueron transportados a un mundo desértico y desconocido.

Al llegar, Rokugo miró a su alrededor, observando el paisaje árido y desolado. "Bueno, Alice, parece que tenemos trabajo que hacer."

Alice asintió, su rostro impasible. "Primero, debemos establecer un campamento base y comenzar a recopilar datos sobre la civilización y los recursos naturales."

Rokugo asintió, su mente ya trabajando en posibles estrategias. "Entiendo. Vamos a explorar."

Capítulo 3: La Ciudad en el Desierto

Rokugo y Alice continuaron su camino a través del desierto, el sol abrasador golpeando sus rostros. Rokugo, con su característica sonrisa confiada, comentó: "Mientras bajaba en el paracaídas, vi una ciudad. Todo en este planeta parece ser desértico, pero esa ciudad parecía estar en buen estado."

Alice, siempre analítica, respondió: "El chip en tu cabeza traducirá automáticamente el idioma extranjero, pero tomará un buen rato procesarlo. También te he inyectado anticuerpos biónicos en la sangre para que seas invulnerable a la mayoría de las enfermedades de este planeta."

Rokugo asintió, agradecido por la precaución de Alice. "Gracias, Alice. Vamos a ver qué podemos encontrar en esa ciudad."

Mientras caminaban, comenzaron a encontrar ruinas de lo que alguna vez fueron muros gigantes de piedra o restos de estructuras masivas esparcidas en el desierto. Alice, utilizando sus habilidades de traducción, comentó: "Parecen ser parte de alguna muralla. He logrado traducir algunas inscripciones: 'María, Rose y Sina', erosionadas por siglos de abandono."

El silencio del desierto fue interrumpido de repente por unos gruñidos bajos y amenazantes. Rokugo giró la cabeza y se encontró con un grupo de criaturas parecidas a perros de cuatro metros, aunque con piel dura y seca, casi como si estuvieran hechos de piedra. Los caninos del desierto mostraban dientes afilados y garras con un endurecimiento parecido al material de esas murallas, dispuestas a desgarrar carne.

Alice observó con calma mientras Rokugo canjeaba sus puntos malos por un "Rifle antimaterial". Con una sonrisa confiada, Rokugo apuntó y, sin esfuerzo, derribó a las bestias una por una con disparos precisos. Los caninos cayeron al suelo, inertes, mientras el humo de la pólvora se disipaba en el aire caliente.

Rokugo se preguntó en voz alta: "¿Cómo es posible que en este planeta haya una criatura tan similar a un perro? Pero ahora entiendo por qué pudo haber murallas tan grandes en el pasado."

De repente, Alice interrumpió su monólogo: "Rokugo, mira."

Rokugo se giró y vio con asombro cómo los perros se regeneraban de las heridas "letales" con un vapor extraño que emanaba de sus heridas. "¿Qué demonios...?"

Sin más opciones, Rokugo activó el MODO SIN LIMITES de su traje y luego canjeó sus puntos malos por una "Espada de murciélago vibratoria anti-vehículos blindados tipo R". En este modo, Rokugo podía tener superfuerza y supervelocidad por un minuto. Con una serie de movimientos rápidos y precisos, destrozó a los perros hasta destruir el hueso de su nuca. Los perros terminaron por volverse vapor y morir.

Alice hizo una observación: "Parece que su nuca es su debilidad."

Rokugo, jadeando por el esfuerzo, asintió. "Gracias, Alice. Ahora solo tengo que esperar los tres minutos de enfriamiento que necesita el traje después de usar el MODO SIN LIMITES."

Mientras esperaban, Rokugo y Alice aprovecharon para explorar más a fondo las ruinas. Alice continuó traduciendo las inscripciones y recopilando datos, mientras Rokugo vigilaba cualquier posible amenaza.

"Este lugar tiene una historia fascinante," comentó Alice. "Parece que hubo una civilización avanzada aquí en el pasado, pero algo catastrófico ocurrió."

Rokugo asintió, su mente trabajando en posibles teorías. "Tal vez las guerras de las que hablaron los habitantes del planeta tuvieron algo que ver con esto. Necesitamos más información."

Después de los tres minutos de enfriamiento, Rokugo y Alice continuaron su camino hacia la ciudad. A medida que se acercaban, comenzaron a ver más señales de vida. Habitantes del planeta 407 se movían con cautela, observando a los recién llegados con desconfianza.

Rokugo, con su habilidad para causar caos, decidió acercarse a ellos. "Hola, soy Rokugo. ¿Podrían decirme más sobre este lugar?"

Los humanos, aunque desconfiados al principio, comenzaron a hablar con Rokugo y Alice. Les contaron sobre los titanes, las guerras del pasado y la lucha constante por sobrevivir. Rokugo y Alice escucharon atentamente, recopilando información valiosa.

"Esto es exactamente lo que necesitamos," dijo Rokugo, sonriendo. "Ahora, solo tenemos que encontrar una manera de usar esta información a nuestro favor."

Alice asintió, su rostro serio. "Debemos ser estratégicos. La información que recopilemos será crucial para Kisaragi."

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "No te preocupes, Alice. Haré lo mejor que pueda."

Y así, Rokugo y Alice continuaron su misión, enfrentando desafíos y recopilando información valiosa. El planeta 407 estaba lleno de sorpresas, pero Rokugo estaba listo para enfrentar lo que viniera.

Capítulo 4: La Ciudad de Grace

Rokugo y Alice, tras sobrevivir al ataque de los perros-titán en el desierto, continuaron su camino con cautela. De repente, el sonido de cascos resonó en el aire, y un grupo de caballeros montados en unicornios apareció en el horizonte. Los caballeros, liderados por una mujer seria y determinada llamada Snow, se acercaron con curiosidad y desconfianza.

"¿Quiénes sois y qué hacéis en estas tierras?" preguntó Snow, su voz firme y autoritaria.

Alice, rápida en su inventiva, respondió en el idioma local, el Marleyano, gracias al chip de traducción. "Somos viajeros que perdieron sus pertenencias tras un ataque. Nos dirigimos a la ciudad más cercana en busca de refugio."

Snow, impresionada por su habilidad para abatir a los perros-titán, los observó con interés. "Es raro ver a alguien sobrevivir a esas bestias, y más aún a una niña. Os permitiré ingresar a la ciudad de Grace, Capital del 'País de la Arena'. Seguidnos."

Rokugo y Alice intercambiaron una mirada de alivio y siguieron a los caballeros hacia la ciudad. Al llegar, Rokugo observó los rastros de una tecnología avanzada ahora olvidada: edificios en ruinas, escombros metálicos, y hasta restos de tanques abandonados y semi-enterrados en arena. Sin embargo, estos tanques tenían rieles de tren en vez de ruedas, lo que le hizo reflexionar que este mundo parecía haber vuelto a una era medieval tras guerras devastadoras.

En el palacio, fueron recibidos en audiencia por la princesa Christ Ceres Tilis Reiss. La princesa, una mujer joven pero con una mirada sabia y cansada, los observó con curiosidad. "Bienvenidos a Grace. Snow me ha informado de vuestra hazaña. Es raro encontrar a alguien capaz de derrotar a las bestias del desierto."

Rokugo, con su característica sonrisa confiada, respondió: "Gracias, princesa. Solo hicimos lo necesario para sobrevivir."

La princesa Tilis asintió, su rostro serio. "Nuestro país ha sido reducido a un desierto debido a la amenaza de demonios. Os ofrezco un hogar y protección si estáis dispuestos a servir a nuestro país."

Rokugo, viendo una oportunidad para explorar y sembrar el caos, aceptó la oferta temporalmente. "Será un honor servir a la princesa Tilis."

La princesa sonrió, aliviada. "Entonces, os nombro 'Rokugo, El Mercenario de la princesa Tilis'. Espero que vuestra habilidad y valentía nos ayuden a proteger nuestro país."

Rokugo asintió, su mente ya trabajando en posibles estrategias. "Haré lo mejor que pueda, princesa."

Mientras Rokugo y Alice eran conducidos a sus nuevos aposentos, Rokugo no pudo evitar sentir una emoción creciente. Este planeta, carente de tecnología avanzada, ofrecía infinitas posibilidades de manipulación y caos. Alice, siempre analítica, le recordó su objetivo principal.

"Rokugo, recuerda que nuestra misión es recopilar información para la Corporación Kisaragi. No te dejes llevar por el caos."

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "No te preocupes, Alice. Sé lo que estoy haciendo. Este es solo el primer paso para cumplir nuestra misión."

La escena terminó con Rokugo y Alice intercambiando miradas; Rokugo, emocionado por las posibilidades de manipulación y caos en este planeta carente de tecnología, y Alice recordándole que su objetivo principal era la misión.

Capítulo 5: El Primer Paso

Rokugo y Alice se instalaron en sus nuevos aposentos en el palacio de Grace. Rokugo, ahora conocido como "El Mercenario de la princesa Tilis", comenzó a explorar la ciudad y a interactuar con sus habitantes. Mientras tanto, Alice se dedicó a recopilar datos y a analizar la información que habían obtenido hasta el momento.

Rokugo, con su habilidad para causar caos, comenzó a sembrar discordia entre los habitantes de la ciudad. Utilizó su encanto y su astucia para manipular a los líderes locales y a los ciudadanos, creando tensiones y conflictos que podrían ser útiles para Kisaragi.

Alice, siempre vigilante, observaba y registraba cada movimiento de Rokugo. "Rokugo, recuerda que nuestra misión es recopilar información. No te dejes llevar por el caos."

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "No te preocupes, Alice. Sé lo que estoy haciendo. Este es solo el primer paso para cumplir nuestra misión."

Mientras Rokugo continuaba con sus planes, Alice se dedicó a explorar las ruinas de la ciudad. Descubrió más evidencias de una tecnología avanzada ahora olvidada, incluyendo restos de armas y maquinaria que podrían ser útiles para Kisaragi.

"Rokugo, he encontrado algo interesante," dijo Alice, mostrándole un fragmento de metal que había encontrado en las ruinas. "Este material podría ser útil para nuestra misión."

Rokugo asintió, su mente ya trabajando en posibles usos para el material. "Excelente, Alice. Sigamos explorando y recopilando información. Cuanto más sepamos sobre este planeta, mejor podremos cumplir nuestra misión."

La princesa Tilis, impresionada por la habilidad y valentía de Rokugo, comenzó a confiar más en él. Le asignó misiones importantes, incluyendo la protección de la ciudad y la exploración de nuevas tierras. Rokugo, siempre dispuesto a aceptar un desafío, aprovechó cada oportunidad para sembrar el caos y recopilar información valiosa.

"Rokugo, necesito que explores las tierras al norte de la ciudad. Hay rumores de que hay recursos valiosos allí, pero también hay peligros," dijo la princesa Tilis, su voz firme y autoritaria.

Rokugo asintió, su confianza reflejada en su rostro. "No te preocupes, princesa. Haré lo mejor que pueda."

Y así, Rokugo y Alice continuaron su misión, enfrentando desafíos y recopilando información valiosa. El planeta 407 estaba lleno de sorpresas, pero Rokugo estaba listo para enfrentar lo que viniera.

Capítulo 6: La Máquina de Agua

Rokugo y Alice caminaban por las calles de Grace, observando con curiosidad los restos de una tecnología avanzada ahora olvidada. Mientras exploraban, se encontraron con una máquina que generaba agua, pero que parecía estar dañada. Los habitantes de la ciudad se reunían alrededor de la máquina, desesperados por obtener agua, pero nadie sabía cómo arreglarla.

Alice, con su conocimiento de auto-mantenimiento, se ofreció a arreglar la máquina. "No te preocupes, Rokugo. Puedo arreglar esto."

Rokugo sonrió, confiando en las habilidades de Alice. "Adelante, Alice. Veamos qué puedes hacer."

Alice se acercó a la máquina y comenzó a trabajar en ella. Después de un rato, logró arreglarla, pero la máquina pidió el ingreso de una contraseña. Rokugo, siempre dispuesto a causar caos, decidió poner una contraseña que le diera puntos malos.

"Festival del pene," dijo Rokugo con una sonrisa traviesa.

Alice lo miró con desaprobación, pero no dijo nada. La máquina aceptó la contraseña y comenzó a funcionar, proporcionando agua a los habitantes de la ciudad. Sin embargo, el encargado de decir la frase se suponía que era el Rey.

Capítulo 7: El Incidente de la Contraseña

Cuando la princesa Tilis y el Rey se enteraron de la contraseña, se enfurecieron. Rokugo y Alice fueron arrestados inmediatamente. La princesa Tilis, con una mirada severa, los confrontó.

"¿Qué significa esto? ¿Cómo os atrevéis a poner una contraseña tan ofensiva?"

Rokugo, con su poderosa labia, intentó calmar la situación. "Princesa, fue un error. No sabíamos que la máquina solo funcionaba con la voz de alguien de la familia real. Por favor, perdonadnos."

La princesa Tilis, aunque enfurecida, escuchó a Rokugo. Después de un momento de reflexión, decidió darles una oportunidad. "Muy bien, Rokugo. Te nombraré 'Comandante Rokugo' y liderarás un escuadrón. Pero no toleraré más errores."

Snow, la antigua comandante de la guardia real, intentó acusar a Rokugo de ser un espía, pero Rokugo, con su habilidad para manipular, logró que la princesa Tilis lo defendiera.

"Snow, si Rokugo es un espía, entonces tú eres una traidora por haberlo traído aquí. Y si lo atacas, estarás en contra de la princesa," dijo Rokugo con una sonrisa confiada.

La princesa Tilis, sin piedad, le quitó a Snow su puesto de comandante de la guardia real y nombró a Rokugo en su lugar. "Snow, estás relevada de tu puesto. Rokugo, ahora eres el Comandante Rokugo. Tienes a tu disposición cualquier soldado del ejército de Grace."

Capítulo 8: El Ejército de Grace

Rokugo y Alice comenzaron a revisar los registros del ejército de Grace. Se dieron cuenta de que el ejército estaba compuesto principalmente por hombres viejos y mujeres jóvenes. Alice, con su habilidad para leer rápidamente, encontró el registro del soldado con mayor número de misiones completas y reconocimientos.

"Rokugo, el soldado con más misiones completas es Alexandrite Galvenier. Es un anciano con cabello largo y claro y barba. Lleva una camiseta sin mangas de color claro y un bastón. Es conocido como el 'Dios de la Guerra' por sus contribuciones al reino," dijo Alice.

Rokugo y Alice decidieron investigar a Alexandrite. Lo encontraron en una esquina de la ciudad, actuando como un abuelo tonto mientras jugaba con Alice, confundiéndola con su nieta. También tendía a robar.

"¿Este es el 'Dios de la Guerra'?" preguntó Rokugo, incrédulo.

Alice asintió. "Parece que ahora está senil. No creo que sea útil para nuestro escuadrón."

Rokugo y Alice observaron a Alexandrite durante un rato. A pesar de su apariencia senil, Alexandrite demostró una habilidad sorprendente: podía comer monstruos venenosos sin efectos secundarios.

"Esto es interesante, pero no creo que sea útil para nuestro escuadrón," dijo Rokugo.

Alice estuvo de acuerdo. "Descartemos a Alexandrite. Necesitamos soldados más capaces."

Capítulo 9: La Formación del Escuadrón

Rokugo y Alice continuaron revisando los registros del ejército de Grace, buscando soldados capaces para su escuadrón. Mientras tanto, Rokugo comenzó a sembrar el caos entre los soldados, manipulando y causando conflictos que podrían ser útiles para Kisaragi.

Alice, siempre vigilante, observaba y registraba cada movimiento de Rokugo. "Rokugo, recuerda que nuestra misión es recopilar información. No te dejes llevar por el caos."

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "No te preocupes, Alice. Sé lo que estoy haciendo. Este es solo el primer paso para cumplir nuestra misión."

Capítulo 10: La Selección del Escuadrón

Rokugo y Alice continuaron su búsqueda de soldados capaces para su escuadrón. Alice, que ya había revisado los registros del ejército, señaló rápidamente a dos candidatas específicas.

"Agente 6, he encontrado a dos miembros del ejército que podrían resultar útiles para nuestra misión," dijo Alice, mostrando los registros en su pantalla.

Rokugo asintió, interesado. "¿Quiénes son?"

Alice señaló el primer registro. "La primera es Rose, una quimera con la apariencia de una niña, pero con características peculiares: un cuerno, una cola y un ala de dragón, todas desproporcionadas con respecto a su pequeño cuerpo. Fue encontrada en un laboratorio abandonado y, aunque su apariencia es poco común, posee una fuerza considerable."

Aunque solo tiene la mitad de misiones exitosas que Alexandrite, es la segunda mejor soldado de Grace. Tiene habilidades de combate avanzadas y una mente estratégica."

Rokugo asintió, satisfecho. "Bien, vamos a entrevistarlas."

Capítulo 11: La Entrevista con Rose

Rokugo y Alice se dirigieron a la sala de entrenamiento, donde Rose estaba practicando sus habilidades. Al verlos, Rose comenzó a hacer poses que daban vergüenza ajena, dando discursos dramáticos y dando nombres impactantes a sus habilidades.

"¡Soy Rose, la guerrera de la justicia! ¡Mi poder es inigualable!" exclamó Rose, con una sonrisa forzada.

Rokugo y Alice intercambiaron una mirada de sorpresa. "¿Qué es esto?" preguntó Rokugo en voz baja.

Alice explicó: "Rose hace esto porque ese fue el último deseo de su abuelo. En realidad, este comportamiento la avergüenza."

Rokugo asintió, comprendiendo. "Entiendo. Rose, ¿podrías decirnos más sobre ti?"

Rose dejó de hacer poses y se sentó en el suelo, su rostro serio. "Soy una quimera, encontrada en un laboratorio abandonado. Tengo una fuerza considerable y puedo comer monstruos venenosos sin efectos secundarios. También puedo comer carne cruda y, si estoy muriendo de hambre, incluso humanos."

Rokugo y Alice intercambiaron una mirada de sorpresa. "¿En serio?" preguntó Rokugo.

Rose asintió. "Sí, pero prefiero comer monstruos. Los humanos son alimañas debido a su naturaleza traicionera, aunque no me desagradan."

Rokugo notó que Rose era una bestia hambrienta e instintiva. "Rose, ¿te gustaría unirte a nuestro escuadrón?"

Rose sonrió. "Sí, me gustaría. Estoy dispuesta a ayudar e incluso a sacrificarme con tal de salvar a mis compañeros, sin importar lo asustada que esté."

Rokugo y Alice confirmaron que Rose era manipulable si le ofrecían chocolate, un alimento que al parecer no existía en el planeta 407.

"Rose, si te unes a nuestro escuadrón, te daremos chocolate," dijo Rokugo con una sonrisa.

Rose abrió los ojos de par en par. "¿Chocolate? ¡Nunca he probado eso! ¡Me uniré a vuestro escuadrón!"

Rokugo sonrió, satisfecho. "Excelente. Bienvenida al escuadrón, Rose."

Capítulo 11: La Entrevista con Grimm

Después de la entrevista con Rose, Rokugo y Alice se dirigieron a la sala de reuniones, donde Grimm los esperaba. Grimm, una mujer madura y encantadora a primera vista, estaba sentada en una silla de ruedas, con un semblante calmado pero excéntrico.

Rokugo la observó con curiosidad. "Grimm, ¿verdad? He oído que tienes un empate en misiones exitosas con Rose. Impresionante."

Grimm sonrió, su rostro mostrando una mezcla de vanidad y torpeza. "Sí, soy Grimm. Es un placer conocerte, Comandante Rokugo."

Rokugo, sin entender cómo una mujer en silla de ruedas podía tener tantas misiones cumplidas, se guardó para sí mismo la idea de que tal vez había perdido la movilidad de sus piernas en una última misión. Si ese fuera el caso, la descartaría.

"Grimm, ¿quién es Zenarith?" preguntó Rokugo, curioso.

Grimm, apasionada por razones insignificantes, respondió con entusiasmo. "Zenarith es la Diosa de la No Muerte, el Desastre y la Noche. Es una deidad hermosa y poderosa."

Rokugo frunció el ceño. "¿Es una especie de deidad malvada?"

Ante esa pregunta, Grimm hizo una escena de frustración y desesperación. "¡No! Lady Zenarith es una deidad hermosa. Es la encarnación de la eterna juventud y la venganza. Es la protectora de aquellos que han sido rechazados y despreciados."

Alice, con su lógica de robot, intervino. "Los dioses no existen. Son constructos creados por la mente humana para explicar lo inexplicable."

Grimm la miró con desdén. "¿Cómo te atreves a decir eso? Lady Zenarith es real y poderosa."

Para cambiar el tema, Rokugo le pidió a Grimm que les contara algo sobre ella. "Grimm, cuéntanos más sobre ti."

Grimm sonrió, su rostro mostrando una mezcla de vanidad y torpeza. "Soy hija de comerciantes, de un hogar humilde. Nunca he tenido novio. Me uní a la iglesia de Zenarith debido a la promesa de la eterna juventud y la venganza de que nadie me quiera. Uno de mis pasatiempos es golpear parejas felices."

Rokugo sintió cómo Grimm se mostraba coqueta con él. Grimm lo miró y, sin perder tiempo, le lanzó su primera pregunta. "Oye, ¿eres soltero?" preguntó con un tono directo, como si estuviera evaluándolo para algo más que una misión militar.

Rokugo, sorprendido por la pregunta, respondió con una sonrisa. "Sí, soy soltero. ¿Por qué lo preguntas?"

Grimm sonrió, su rostro mostrando una mezcla de vanidad y torpeza. "Solo quería saber. Estoy desesperada por tener pareja, así que se lo pregunto a todo el mundo."

Rokugo y Alice intercambiaron una mirada de sorpresa. "Entiendo," dijo Rokugo, tratando de mantener la compostura. "Grimm, ¿te gustaría unirte a nuestro escuadrón?"

Grimm sonrió, su rostro mostrando una mezcla de vanidad y torpeza. "Sí, me gustaría. Estoy dispuesta a ayudar en lo que sea necesario."

Rokugo asintió, satisfecho. "Excelente. Bienvenida al escuadrón, Grimm."

Rokugo, siempre dispuesto a causar caos, decidió corresponder a la insinuación de Grimm. Miró debajo de su falda, lo cual terminó con Grimm en pánico ya que no esperaba que de verdad lo hiciera.

"¡Rokugo! ¿Qué estás haciendo?" exclamó Grimm, su rostro enrojecido por la vergüenza.

Rokugo sonrió, disfrutando del momento. "Solo quería ver qué había debajo de tu falda, Grimm."

Grimm, tratando de recuperar la compostura, declaró: "Debido a que 1 de cada 5 maldiciones que lanzo me rebota, una vez me maldije a mí misma a no poder usar zapatos. No puedo usar zapatos y por eso uso silla de ruedas. Si uso zapatos, explotaré."

Rokugo frunció el ceño, decepcionado. "¿En serio? Pensé que habías quedado paralítica o sin fuerza en las piernas por una maldición."

Grimm asintió, su rostro serio. "Sí, es una maldición muy específica. No puedo usar zapatos."

Rokugo, tratando de ocultar su decepción, decidió probar la habilidad de Grimm. "Grimm, ¿puedes maldecirme con que sienta el dolor de pegarme en el dedo chiquito del pie?"

Grimm, con una sonrisa maliciosa, intentó maldecir a Rokugo. "¡Que sientas el dolor de pegarte en el dedo chiquito del pie!"

Para decepción de Rokugo, la maldición rebotó en Grimm. Grimm gritó de dolor, su rostro contorsionado. "¡Ay! ¡Me duele el dedo chiquito del pie!"

Rokugo no pudo evitar reírse. "Parece que tu maldición no funcionó, Grimm."

Capítulo 15: La Confirmación del Escuadrón

Después de la entrevista con Grimm, Rokugo y Alice se dirigieron a la sala del trono, donde la princesa Tilis los esperaba. La princesa, con una mirada seria, les dio la bienvenida.

"Rokugo, Alice, he confirmado vuestro escuadrón. Rose y Grimm serán parte de él. Además, he decidido que la ex comandante Snow también formará parte de vuestro escuadrón."

Rokugo frunció el ceño, descontento con la decisión. "¿Snow? ¿Por qué?"

La princesa Tilis, con una mirada comprensiva, respondió: "Snow es una huérfana que tuvo que arreglárselas para salir de la pobreza. Terminó una carrera universitaria, se unió al ejército y poco a poco fue escalando. Confío en que será una valiosa adición a vuestro escuadrón."

Rokugo, de mala gana, aceptó la decisión. "Está bien, princesa. Confío en tu juicio."

La princesa Tilis sonrió, aliviada. "Gracias, Rokugo. Ahora, os he asignado habitaciones dentro del castillo. Un guardia os guiará hasta allí."

Capítulo 16: La Habitación Contemporánea

Rokugo y Alice fueron guiados por un guardia hasta sus habitaciones. Al entrar en la habitación asignada a Rokugo, se sorprendió al ver que parecía muy contemporánea, con todo y focos y una pequeña televisión, lo que contrastaba con la apariencia medieval que emitía la ciudad.

"¿Qué es esto?" preguntó Rokugo, sorprendido.

El guardia sonrió. "La princesa Tilis quería que te sintieras cómodo, Comandante Rokugo. Esta habitación está equipada con tecnología avanzada para tu comodidad."

Rokugo asintió, impresionado. "Gracias, princesa Tilis."

Alice llegó poco después, guiada por otro guardia. Al ver la habitación, comentó: "Esto es mucho mejor de lo que esperaba. Seremos compañeros de cuarto, Rokugo."

Rokugo sonrió, contento con la situación. "Sí, Alice. Será más fácil coordinar nuestras misiones de esta manera."

Alice asintió, su rostro serio. "Recuerda, Rokugo, nuestra misión es recopilar información. No te dejes llevar por el caos."

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "No te preocupes, Alice. Sé lo que estoy haciendo. Este es solo el primer paso para cumplir nuestra misión."

Y así, Rokugo y Alice se prepararon para enfrentar los desafíos que les esperaban en el planeta 407. Con su nuevo escuadrón y la tecnología avanzada a su disposición, estaban listos para recopilar información valiosa y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 17: La Primera Misión

En su primera misión, Rokugo y su equipo debían detener el avance de un grupo de demonios enviados por "Lord Demonio". Este grupo de demonios era comandado por una demonio morena semi-desnuda llamada Heine de la Flamia. La estrategia de Rokugo era destruir los suministros de alimentos del enemigo, lo cual a su equipo le pareció muy cruel.

"Rokugo, ¿estás seguro de que esto es necesario?" preguntó Snow, con una mirada de desaprobación.

Rokugo asintió, su rostro serio. "Sí, Snow. Si destruimos sus suministros, los debilitaremos y será más fácil derrotarlos."

Alice, siempre analítica, intervino. "Rokugo tiene razón. Esta es una estrategia efectiva."

Rose, con su apariencia de quimera, sonrió. "¡Me encanta la idea! ¡Vamos a destruir sus suministros!"

Grimm, en su silla de ruedas, asintió. "Estoy de acuerdo. Vamos a hacerlo."

Capítulo 18: El Encuentro con Heine

Después de destruir el carrito de suministros, Heine apareció montada en un grifo y acompañada de un demonio guardaespaldas. Heine, viendo el potencial de Rokugo como estratega, le ofreció un puesto en sus filas a cambio de las mujeres que esclavicen y súcubos.

"Rokugo, eres un estratega impresionante. Únete a nosotros y te ofreceré un puesto en mis filas. A cambio, tendras las mujeres que esclavicemos y súcubos," dijo Heine con una sonrisa maliciosa.

Rokugo, tentado por la oferta, se quedó en silencio por un momento. Alice, al ver su vacilación, le dio un zape para que reaccionara.

Capítulo 19: La Batalla

Snow, negándose a usar su espada nueva porque se astillaría, se quedó atrás. Alice, afirmando que tenía la fuerza de una niña de 8 años, también se quedó atrás. Rose, por su parte, se quedó a comer las provisiones que habían robado. Grimm, que se había quedado dormida, fue aplastada por el mazo del guardaespaldas de Heine como advertencia.

"¡Rokugo! ¡Reacciona!" exclamó Alice, su voz firme.

Rokugo, al ver la muerte de Grimm, se enfureció. "¡Alice, pide permiso para pedir un rifle!"

Alice asintió y, con un rifle canjeado con los puntos malos de Rokugo, le disparó al guardaespaldas de Heine, hiriéndolo. Ambos demonios se retiraron por ahora, pero debido al retroceso, Alice fue impactada contra una roca.

Capítulo 20: El Funeral de Grimm

Sintiendo la pérdida de su compañera, Rokugo sugirió hacer un funeral para Grimm. Snow, sin embargo, le aclaró que eso no mataría a Grimm, al menos no para siempre.

"Rokugo, Grimm puede revivir si es llevada al templo de Zenarith y se coloca una ofrenda que tenga valor sentimental para ella," explicó Snow.

Rose, con una calabaza de las provisiones de los demonios, tapó la cara aplastada de Grimm. Rokugo, aunque no se creía del todo el poder de Grimm, decidió llevarla al templo.

Capítulo 21: La Revivisión de Grimm

En el templo de Zenarith, Rokugo se quedó a solas mientras se restauraba el templo de Grimm para ver su revivisión. Al ver que Grimm de verdad revivió, Rokugo se sorprendió.

"¡Grimm! ¡Estás viva!" exclamó Rokugo, con una mezcla de sorpresa y alivio.

Grimm, conmovida de que alguien de su equipo se hubiera quedado para su regreso a la vida, sonrió. "Gracias, Rokugo. No sabes cuánto significa para mí."

Capítulo 22: La Cita con Grimm

Grimm, aprovechando la oportunidad, le pidió a Rokugo una cita. Rokugo, aceptando la invitación, canjeó una silla de ruedas de metal con sus puntos malos. Juntos, se pusieron a molestar parejas por la calle, Rokugo por los puntos malos y Grimm por el despecho de no tener novio.

"¡Oye, pareja! ¡Dejen de ser tan felices!" gritó Grimm, su rostro lleno de frustración.

Rokugo, disfrutando del caos, sonrió. "¡Sí, dejen de ser tan felices!"

Grimm, en su desesperación, llegó hasta patear a una policía en la cara con su pie descalzo por las iras de saber que esa policía tenía novio.

Capítulo 23: La Verdad sobre Grimm

Mientras caminaban por la calle, Snow se acercó a Rokugo y le explicó la verdad sobre Grimm.

"Rokugo, en Grace, enviaron a Grimm a misiones peligrosas porque sus superiores realmente querían deshacerse de ella. No la valoraban," dijo Snow, su voz llena de compasión.

Rokugo, sorprendido por la revelación, miró a Grimm con una nueva perspectiva. "Grimm, no sabía que habías pasado por tanto."

Grimm sonrió, su rostro mostrando una mezcla de tristeza y gratitud. "Gracias, Rokugo. Significa mucho para mí que te preocupes."

Y así, Rokugo y Grimm continuaron su cita, disfrutando del caos y la compañía del otro. Rokugo, aunque siempre dispuesto a causar caos, comenzó a ver a Grimm de una manera diferente, apreciando su fuerza y resiliencia.

Capítulo 24: La Reunión con la Princesa Tilis

Al día siguiente, la princesa Tilis, su padre el Rey y los líderes militares de Grace se reunieron en la sala del trono. La tensión en el aire era palpable mientras discutían la retirada del ejército de Lord Demonio.

"No entiendo por qué se retiraron," dijo el Rey, su voz llena de preocupación. "¿Qué pudo haberlos detenido?"

La princesa Tilis, con una mirada pensativa, respondió: "No estoy segura, padre. Pero debemos estar preparados para cualquier eventualidad."

En ese momento, Rokugo entró en la sala, malhumorado e irrespetuoso. "Buenos días, princesa Tilis, Rey. Soy Rokugo, el Comandante de la unidad que detuvo el avance de Lord Demonio."

La princesa Tilis lo miró con sorpresa. "Rokugo, ¿qué hicisteis para detenerlos?"

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "Mi unidad, aunque solo tiene dos mujeres y dos niñas, fue capaz de frenar el avance de Lord Demonio al destruir sus provisiones. Fue una estrategia efectiva."

La princesa Tilis, impresionada, asintió. "Gracias, Rokugo. Tu valentía y estrategia han sido invaluables para nuestro reino."

Capítulo 25: La Leyenda del Elegido

La princesa Tilis, con una mirada seria, continuó: "Rokugo, hay algo que debes saber. Mi hermano es 'El Elegido'. Supuestamente despertó el 'poder despertado'. Esta habilidad le permite saber exactamente lo que se debe hacer. Es capaz de manifestar la fuerza de un titán en su forma humana y puede obtener la experiencia en combate de sus antepasados por medio de algo que sus ancestros llamaban 'los Caminos'. Está destinado a proteger al Reino de Grace."

Rokugo frunció el ceño, escéptico. "¿En serio? Eso suena como una leyenda."

La princesa Tilis asintió, su rostro serio. "Sí, Rokugo. Es una leyenda, pero es real. Mi hermano es nuestra única esperanza para proteger el reino."

Rokugo, con una sonrisa burlona, respondió: "Bueno, eso suena impresionante. Pero no creo en leyendas."

Capítulo 26: La Marca del Incepto Venenoso

La princesa Tilis, al notar la marca en la mano de Rokugo, entró en pánico. "¡Rokugo! ¡Tienes la marca de un incepto venenoso letal en tu mano! ¿Cómo es posible que estés vivo?"

Rokugo, sin inmutarse, respondió: "No es nada, princesa. Estoy inmune a todas las enfermedades de este reino."

La princesa Tilis lo miró con incredulidad. "¿Cómo es eso posible?"

Rokugo, recordando la inyección de anticuerpos biónicos que Alice le había dado al llegar al planeta 407, decidió no comentarlo. "No es nada, princesa. Solo soy afortunado."

La princesa Tilis, aunque preocupada, decidió confiar en Rokugo. "Rokugo, tu inmunidad es un milagro. Debemos usar esta ventaja para proteger nuestro reino."

Capítulo 27: La Preparación para la Batalla

Rokugo, con su nueva misión en mente, se dirigió a la sala de reuniones donde su equipo lo esperaba. Rose, Grimm, Alice y Snow estaban listos para recibir sus órdenes.

"Equipo, tenemos una nueva misión. Debemos proteger el reino de Grace y prepararnos para cualquier eventualidad. La princesa Tilis confía en nosotros, y debemos estar a la altura de sus expectativas," dijo Rokugo, su voz firme y decidida.

Alice, siempre analítica, respondió: "Entendido, Rokugo. ¿Cuál es el plan?"

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "El plan es simple. Debemos estar preparados para cualquier ataque y usar nuestras habilidades al máximo. Rose, necesito que uses tu fuerza para protegernos. Grimm, necesito que uses tus maldiciones para debilitar al enemigo. Alice, necesito que uses tu inteligencia para analizar cualquier situación. Y Snow, necesito que uses tu espada nueva para luchar."

Snow, aunque reacia, asintió. "Entendido, Rokugo. Haré lo mejor que pueda."

Capítulo 28: La Batalla Inminente

Mientras el equipo se preparaba, Rokugo no pudo evitar sentir una emoción creciente. Este planeta, carente de tecnología avanzada, ofrecía infinitas posibilidades de manipulación y caos. Y con su nuevo escuadrón y la tecnología avanzada a su disposición, estaba listo para enfrentar lo que viniera.

"Equipo, esta es nuestra oportunidad para demostrar nuestra valía. No podemos fallar," dijo Rokugo, su voz llena de determinación.

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para la batalla inminente, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 29: La Desesperación de Rose

Rokugo se dirigió al campo del ejército, donde encontró a Rose corriendo hacia él, con una expresión de pánico en su rostro.

"¡Rokugo! ¡Ayuda!" gritó Rose, su voz llena de desesperación.

Rokugo, preocupado, se acercó a ella. "¿Qué pasa, Rose? ¿Qué sucede?"

Rose señaló hacia donde estaba Alice, quien, con la precisión lógica y casi clínica de su mente robótica, colocaba una bandeja llena de chapulines frente a Rose.

"Alice me está obligando a comer chapulines," dijo Rose, su rostro mostrando una mezcla de asco y confusión.

Alice, con su tono analítico, explicó: "Rose, si comes estos chapulines, podrás absorber sus habilidades. Serás invencible."

Rose arrugó la nariz y miró a Alice como si estuviera completamente loca. "¡Los chapulines saben mal y huelen raro! ¡No quiero comerlos!"

Rokugo, convencido por la hipótesis de Alice, sujetó a Rose. "Rose, tienes que hacerlo. Es por tu bien."

Rose, desesperada, gritó: "¡La humanidad es tonta! ¡No quiero comer chapulines!"

Alice, tratando de persuadirla, le ofreció un trato. "Rose, si te comes el chapulín, te daré algo rico."

Rose, pensando que serían chocolates o alguna golosina del mundo de Rokugo que nunca había probado antes, consideró la oferta. "¿Qué me darás?"

Alice, con una sonrisa maliciosa, respondió: "Te daré de comer silicona. La hipótesis es que eso podría hacer crecer tu pecho."

Rokugo se ilusionó con la idea de cómo sería Rose si comiera la silicona, como si se hubiera hecho alguna cirugía. Sin embargo, Rose gritó, rompiendo la ilusión. "¡Estoy contenta con mi cuerpo! ¡No quiero comer silicona!"

Cuando estaban con el chapulín en su boca, Rose escupió fuego con tal de que no le obligaran a comerlo.

Capítulo 30: La Corrupción de Rose

Rokugo y Alice sabían que Rose solo trabajaba para el ejército de Grace porque se suponía que si lo hacía, le darían acceso a la investigación de "El Abuelo", el tipo que encontró a Rose en un tubo criogénico años antes de morir. Rokugo y Alice pensaron que poco a poco podrían ir corrompiendo a Rose y convertirla en la mutante más poderosa de Kisaragi.

Se acercaron sutilmente a Rose, diciéndole: "Rose, eres bienvenida a Kisaragi."

Rose, confundida, respondió: "¿Cómo puedo ser bienvenida si ya soy parte del grupo de Rokugo?"

Rokugo y Alice, incomodando a Rose al ponerse muy confianzudos y acercarse demasiado, hicieron que Rose sintiera que no tenían buenas intenciones con ella.

Capítulo 31: La Habitación Contemporánea

Rokugo y Alice se retiraron a su habitación asignada. Rokugo no dejaba de sorprenderse de cómo la habitación se veía muy contemporánea en lugar de medieval.

"Esta habitación es increíble," comentó Rokugo, mirando a su alrededor.

Alice asintió. "Sí, es muy moderna. La princesa Tilis se ha asegurado de que estemos cómodos."

Rokugo, con un suspiro, se quejó: "A pesar de haber ascendido muy rápido y tener en mi grupo puras mujeres, ninguna mujer se ha enamorado de mí y no he tenido ningún accidente de esos donde me topo con una chica o le veo por debajo de la falda."

Alice, tratando de animar a Rokugo, dijo: "Rokugo, puedes manosearme si quieres."

Rokugo la miró con una sonrisa triste. "Alice, tocar la silicona de un robot no es lo mismo."

Alice, con su tono analítico, respondió: "Entiendo. Pero recuerda, Rokugo, nuestra misión es recopilar información. No te dejes llevar por el caos."

Rokugo asintió, su confianza reflejada en su rostro. "No te preocupes, Alice. Sé lo que estoy haciendo. Este es solo el primer paso para cumplir nuestra misión."

Capítulo 33: Sospechas y Reuniones

Simultáneamente, en privado, Grimm, Snow y Rose sospechaban que Rokugo era un pedófilo que iba tras Alice. Esto se basaba en las múltiples observaciones de acoso sexual de Rokugo a mujeres al azar, todas hechas gustosamente para ganar puntos malos.

Grimm, con una mirada de desconfianza, comentó: "¿Habéis notado cómo Rokugo siempre está acosando a Alice? Creo que es un pedófilo."

Snow, con una expresión de preocupación, asintió. "Sí, he oído rumores de que ha acosado a otras mujeres también. Es preocupante."

Rose, con una mezcla de asco y confusión, añadió: "Es repugnante. No puedo creer que sea nuestro comandante."

Mientras discutían, un miembro de la guardia real llamó a Snow a una reunión. Al querer llamar a la puerta de la habitación de Rokugo y Alice, Snow escuchó sin querer la frustración de Rokugo.

"A pesar de haber ascendido muy rápido y tener en mi grupo puras mujeres, ninguna mujer se ha enamorado de mí y no he tenido ningún accidente de esos donde me topo con una chica o le veo por debajo de la falda," se quejó Rokugo.

Snow, avergonzada por la pervertida conversación que oyó, entró en la habitación. "Rokugo, estás llamado a la sala de reuniones."

Rokugo, sorprendido, asintió. "Entendido, Snow. Vamos."

Capítulo 34: La Reunión de Comandantes

En la sala de reuniones, la princesa Tilis, el Rey y los comandantes estaban presentes. El consejero del Rey, que no le agradaba Rokugo ni viceversa, informó a Rokugo sobre la situación.

"Rokugo, el ejército de Lord Demonio está avanzando. El 'elegido', hermano de la princesa Tilis, fue malherido y una poderosa arma está en una torre bajo su dominio," dijo el consejero.

Rokugo, pensativo, propuso: "Podríamos destruir la torre."

El consejero negó con la cabeza. "Quemar la torre destruiría el tesoro. Decidimos que las fuerzas del reino intentarán tomar la torre mañana temprano."

Rokugo asintió, pero tenía otros planes en mente.

Capítulo 35: La Estrategia de Rokugo

Al día siguiente, Rokugo ordenó a su escuadrón relajarse hasta que anocheciera. Snow, decepcionada, se negó.

"Rokugo, la batalla ha comenzado. Si recuperamos la torre, seremos famosos," dijo Snow.

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Grimm trabaja mejor en las noches. Si Grimm no despierta, nuestro equipo no sirve. Además, tengo miedo de los demonios cabra que están en el último piso de la torre. Vencieron a 'El elegido'."

Snow, decepcionada, se fue a combatir en la torre. Sin embargo, regresó derrotada al anochecer.

Capítulo 36: La Noche de la Batalla

Rokugo, al ver a Grimm dormida, comentó: "Grimm gime gracioso mientras duerme."

Grimm, aún dormida, susurró algo sobre los pechos de Grimm y Snow suplicándole al Comandante Rokugo. Ofendida por los murmullos de Grimm, Snow despertó violentamente a Grimm.

"Si sueñas cosas raras de nuevo, te mataré," dijo Snow, furiosa.

Grimm, asegurando que su sueño fue una profecía, encabronó a Snow. Snow sacó su espada con la intención de matar a Grimm allí mismo.

Rokugo interrumpió: "El enemigo está en la torre. Con Grimm despierta, podemos avanzar."

Rokugo canjeó sus puntos malos por un gancho a presión y colocó pensaños con los que su equipo pudiera subir la torre desde afuera. Al ver que los soldados de Grace no avanzaban ni al quinto piso de la torre contra los demonios de adentro, Rokugo notó que los demonios de los demás pisos superiores estaban relajados sin sospechar.

Snow, con una inseguridad de tomar la torre por ese "atajo" y no por ir luchando piso por piso contra el ejército, dudó. Grimm, preguntando por qué estaba hasta el último escalando, recibió una respuesta de Alice, que estaba debajo de Grimm y viendo debajo de su falda por su posición.

"A partir de ahora, tu apodo será Mutante-tanga," dijo Alice, ofendiendo a Grimm, pero dándose cuenta de que estaba al último porque era la única del grupo que usaba falda.

Snow, que había luchado todo el día inútilmente por intentar llegar a la torre, ahora en la noche se le cansaron los brazos. Rokugo tomó a Grimm antes de que cayera y la puso en su espalda.

"Una caída de esta altura te mata y, por estar de segunda subiendo, habrías arrastrado a las otras," dijo Rokugo.

Rokugo sintió una comodidad pervertida de cómo Snow le estaba abrazando para no caerse. Sintiendo las lujuriosas intenciones de Rokugo, Snow intentó matar a Rokugo, pero Rokugo reaccionó.

"Si me apuñalas, me caigo. Si me caigo, tú también. Si ambos caemos, se caen los demás del grupo. En resumen, todos moriríamos," dijo Rokugo.

Capítulo 37: La Conquista de la Torre

En el último piso, dos demonios cabra custodiaban. Rokugo empujó a uno de los demonios cabra, que se sujetó de la escalera. El otro demonio cabra estaba por matar a Rokugo, pero Rokugo ordenó a su escuadrón que le matara y le tiraran piedras a la mano del demonio cabra que estaba colgado.

Rokugo aprovechó la duda del demonio cabra que tenía enfrente para noquearlo. Cuando el primer demonio cabra subió a ayudar, se topó con su hermano noqueado.

"Si quieres llevarte a tu hermano para tener asistencia médica, tendrás que pagar," dijo Rokugo.

El chip de Rokugo le avisó que obtuvo muchos puntos malos por eso. Snow, Grimm y Rose se avergonzaron del actuar de su comandante.

El demonio cabra tomó a su hermano y ordenó la rendición, devolviendo la torre a Grace.

Rokugo, con una sonrisa, comentó: "Bueno, parece que hemos ganado."

Y así, Rokugo y su equipo lograron recuperar la torre, demostrando una vez más su habilidad para causar caos y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 38: La Visita de Snow

En la noche, Snow se dirigió a la habitación de Rokugo y Alice para entregarles su paga por sus servicios en el ejército de Grace. Al entrar, encontró a Rokugo en ropa interior, a propósito para incomodarla.

"Si buscas a Rokugo, se fue a sacar la basura al patio. Aquí tienes al Comandante Rokugo," dijo Rokugo con sarcasmo.

Snow, molesta, respondió: "Esa broma fue ridícula. Aquí tienes tu paga."

Rokugo, con una sonrisa maliciosa, continuó: "¿Qué haces en el cuarto de un hombre en la noche? ¿Te me estás insinuando, tetona?"

Snow, furiosa, replicó: "¡No me llames así! Solo vine a entregar tu paga."

Alice, con su lógica de robot, registró el apodo de Snow como "tetona" y preguntó: "¿Quieres que me vaya para que os divirtáis?"

Snow, aún más molesta, respondió: "¡No! Solo quiero entregar la paga y marcharme."

Capítulo 39: La Paga y la Tentación

Rokugo, al enterarse de que con esa paga una misión tan fácil sería suficiente para vivir por un año con lujos, consideró renunciar a Kisaragi.

"Con esta paga, podría vivir un año con lujos. ¿Por qué no renunciar a Kisaragi? La vez que estuve combatiendo un mes en el desierto del Sahara me pagaron muy poco," dijo Rokugo, pensativo.

Alice, con su tono analítico, respondió: "Rokugo, no renunciaste antes. ¿Por qué lo harías ahora?"

Rokugo recordó a Astaroth, la ejecutiva de Kisaragi que era su novia en secreto, aunque todos los empleados de Kisaragi lo sabían.

"Astaroth... Ella es una de las razones por las que no renuncié antes," dijo Rokugo, con una sonrisa nostálgica.

Snow, confundida, preguntó: "¿De qué estáis hablando? No entiendo nada."

Rokugo y Alice intercambiaron una mirada cómplice. "Estamos hablando en japonés, Snow. No lo entenderías," dijo Rokugo.

Alice añadió: "El chip en la cabeza de Rokugo le permite cambiar de idiomas a voluntad. Es muy útil."

Capítulo 40: La Decisión de Rokugo

Rokugo, alegrándose de la capacidad de su chip para cambiar de idiomas, decidió que no renunciaría a Kisaragi.

"No puedo renunciar a Kisaragi. Astaroth y la misión son demasiado importantes para mí," dijo Rokugo, con determinación.

Snow, aunque confundida, asintió. "Entiendo. Bueno, aquí tienes tu paga. Espero que sigas cumpliendo con tu deber."

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Gracias, Snow. No te preocupes, seguiré cumpliendo con mi deber."

Capítulo 41: La Preparación para la Siguiente Misión

Al día siguiente, Rokugo y su equipo se prepararon para la siguiente misión. La princesa Tilis les había asignado una nueva tarea: explorar una región desconocida en busca de recursos valiosos.

"Equipo, esta es nuestra oportunidad para demostrar nuestra valía una vez más. No podemos fallar," dijo Rokugo, su voz llena de determinación.

Rose, aunque todavía asustada por el incidente con los chapulines, asintió. "Haré lo mejor que pueda, Rokugo."

Grimm, con su actitud coqueta, sonrió. "Estoy lista para lo que sea, Rokugo."

Snow, aunque reacia, asintió. "Haré lo mejor que pueda."

Alice, siempre analítica, respondió: "Entendido, Rokugo. ¿Cuál es el plan?"

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "El plan es simple. Debemos estar preparados para cualquier ataque y usar nuestras habilidades al máximo. Rose, necesito que uses tu fuerza para protegernos. Grimm, necesito que uses tus maldiciones para debilitar al enemigo. Alice, necesito que uses tu inteligencia para analizar cualquier situación. Y Snow, necesito que uses tu espada nueva para luchar."

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para la siguiente misión, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 42: La Llamada del General

Al día siguiente, el General llamó a Rokugo y a Snow a su oficina. Rokugo, con su actitud despreocupada, entró en la habitación y se sentó en una silla, cruzando las piernas.

"General, hoy es mi día libre. No quiero trabajar," dijo Rokugo con una sonrisa burlona.

Snow, molesta por la actitud de Rokugo, intervino: "Rokugo, por favor, muestra un poco de respeto."

El General, con una mirada severa, respondió: "Rokugo, el tesoro que tomamos de la torre ayer ha abierto el camino para el castillo de Lord Demonio. Necesitamos que tu equipo se encargue de esta misión."

Rokugo, sorprendido, preguntó: "¿El castillo de Lord Demonio está oculto en algún lugar del desierto?"

El General asintió. "Sí, pero todo su dominio está protegido por barreras que emergen de unas torres visibles. Sin embargo, con lo de ayer, el elegido estaba en camino a enfrentar a Lord Demonio. Pero Heine estaba atacando en ese momento al reino."

Snow, con determinación, aceptó la misión. "Entiendo, General. Nos encargaremos de ello."

Rokugo, reacio, suspiró. "Está bien, pero no me gusta la idea de enfrentar a Heine de nuevo."

Capítulo 43: La Misión en el Desierto

Al llegar a la misión, Snow y Rose, por accidente y sin que Rokugo o Alice lo vieran, casi desnucaron a Grimm, poniéndola "Aquí no pasó nada" en su silla de ruedas, viva pero inconsciente.

Alice, con su lógica de robot, advirtió a Rokugo: "Esta es una misión suicida. El comandante nos envió con el propósito de que o Heine nos mate o que nosotros matemos a Heine. Un ganar-ganar para el general que odia a Rokugo."

Rokugo, frustrado, respondió: "El General es un egoísta que solo piensa en sí mismo."

El grupo de Rokugo, excepto Grimm que se quedó dormida, le dijo a Rokugo que era un hipócrita por hablar así del general siendo él mismo así.

Rokugo, molesto, respondió: "Las odio tanto como odio al general."

Rokugo ordenó la retirada, pero de pronto Heine llegó montada en su Grifo al campo de batalla y con un "Golem" detrás de ella. Aunque más bien parecía un animal no identificado gigante cubierto por completo por una coraza similar a las ruinas de las murallas. Los soldados que habían acompañado a Rokugo corrieron alrededor de las unidades de demonios de Heine, dejando a la unidad de Rokugo sola para enfrentar al imponente golem demoníaco comandado por nada menos que Heine de la Flamia, la demonio morena que ya habían enfrentado anteriormente.

Snow advirtió a Rokugo: "Ten cuidado, Rokugo. El Golem se regenera. Su punto débil es su nuca, pero para llegar a ella tendrás que destruir su endurecimiento externo."

Capítulo 44: La Batalla contra el Golem

Rokugo le pidió a Snow despertar a Grimm para que maldijera al Golem y a Heine, pero Snow se negó debido al cargo de conciencia de casi desnucar a Grimm. Snow, sin ninguna orden, corrió a enfrentar a Heine con su espada "Sacada a un préstamo a tres años".

Rokugo entonces le pidió a Rose que despertara a Grimm, pero Rose, sin hacer caso, saltó a cazar al Grifo diciendo que quería comerlo para obtener su habilidad de volar.

Rokugo ordenó a Alice que despertara a Grimm. Mientras Alice veía que alguien había desmayado a Grimm antes de la batalla (el accidente que causaron Snow y Rose), Rokugo vio que el Golem era inmune a las balas y su endurecimiento se parecía al de los perros titán que enfrentó cuando llegó a ese planeta.

De ser como esos perros titán, Rokugo ordenó a Alice canjear explosivos plásticos, mientras él volvía a activar el modo SIN LIMITES de su traje que por un minuto debería darle la fuerza necesaria para enfrentar al golem.

En ese minuto, con su superfuerza, Rokugo logró sostener al Golem y dejar su nuca expuesta. Alice saltó con los explosivos canjeados para ponerlos en la nuca del Golem. Rokugo lanzó al golem como si fuera una pelota y Alice, con un control remoto, lo hizo explotar.

Alice comentó: "Me preocupa la cantidad de monstruos que son capaces de regenerarse y que su debilidad sea solo su nuca. Los titanes."

Rokugo hizo un comentario: "Alice, siempre usas la ciencia como escudo."

Alice respondió: "La ciencia siempre vence a la magia."

Grimm despertó después de que un trozo del Golem le golpeara la cara. Rose cayó del aire diciendo que el Grifo sabía feo. Rokugo ordenó a Grimm y Snow que le cubrieran un rato porque no podría moverse por usar su modo SIN LIMITES.

Heine llegó diciendo que Snow fue una decepción como oponente. Rokugo, tratando de ganar tiempo, elogió los pechos de Heine, por lo que ella atacó. Rose comió las llamas de Heine diciendo: "A veces es un cretino, comandante."

Snow llegó llorando porque Heine le había destrozado la espada que todavía no había acabado de pagar. Rokugo trató de explicarle que era un mal momento, pero Snow, sin darse cuenta, dijo en voz alta: "¿Cómo que no puedes moverte?"

Capítulo 45: La Retirada

Rokugo, al darse cuenta de que Snow había revelado su debilidad

Capítulo 46: La Maldición de Grimm

Grimm, aprovechando la oportunidad, lanzó una de sus maldiciones paralizadoras a la demonio Heine. Por una vez, tuvo suerte y acertó en el objetivo. Heine no podía moverse, paralizada en el suelo.

Rokugo, sorprendido, se acercó a Grimm. "Grimm, ¡es la primera vez que te veo útil!"

Grimm, decepcionada, reclamó: "¿Cómo puedes tener tan mala imagen de mí, Rokugo?"

Heine, tratando de ganar tiempo aún paralizada, le dijo a Rokugo: "Aún sigo en pie la oferta de que te unas al ejército de Lord Demonio. Esta vez te ofrezco el triple de lo que ganas en Grace y una súcubo."

Rokugo, tentado por la oferta, se acercó a Heine. Alice, preocupada, le advirtió: "Rokugo, no te inclines al enemigo."

Heine, con una sonrisa maliciosa, continuó: "Además, puedo darte una vampiresa y una sirena que cumplan todas tus fantasías."

Rokugo, completamente entregado a las fantasías autoinducidas por la oferta de Heine, estaba listo para dar la mano en posición de entregar su alma. "Alice, perdóname, pero voy a unirme a Lord Demonio."

Heine sonrió ante su evidente victoria. Sin embargo, Snow, aún enojada porque Heine había destrozado su espada en el enfrentamiento de hace rato, logró robarle una piedra que colgaba del cuello de Heine.

"Esta piedra es la fuente de poder de Heine," dijo Snow, mostrando la piedra.

De pronto, se acabó la maldición sobre Heine y ella pudo moverse, pero sin su fuente de energía, se vio debilitada. No podía usar ninguno de sus poderes.

Capítulo 47: La Victoria Inesperada

Rokugo volvió en sí, y Alice canjeó con sus puntos malos una cámara. Alice insistió a Rokugo que debía tomar fotos de Heine en poses sugerentes, lo que le dio a Rokugo muchos puntos malos.

"Rokugo, debes tomar fotos de Heine en poses sugerentes," dijo Alice, con su lógica de robot.

Rokugo, negándose a devolver la piedra de poder, dijo: "En ningún momento hicimos un trato, simplemente Heine asumió erróneamente que yo la devolvería si posaba como ella quería."

Humillada y sin poder oponerse, Heine finalmente retiró sus fuerzas, dejándolos con la victoria en el bolsillo.

Capítulo 48: La Vergüenza del Equipo

Snow, Grimm y Rose sintieron vergüenza del actuar de su comandante Rokugo en batalla, aunque no podían negar que habían ganado esa batalla.

"Rokugo, tu comportamiento fue vergonzoso," dijo Snow, con una mirada de desaprobación.

Grimm, aunque decepcionada, asintió. "Sí, Rokugo, no puedo creer que hayas caído tan bajo."

Rose, con una mezcla de asco y confusión, añadió: "Esto fue demasiado, Rokugo."

Rokugo, aunque avergonzado, sonrió. "Pero ganamos, ¿no es cierto?"

Alice, siempre analítica, respondió: "Sí, Rokugo. Ganamos, pero debemos mejorar nuestra estrategia

Capítulo 49: La Reflexión y el Plan

De vuelta en la habitación, Rokugo reflexionó sobre lo ocurrido. Sabía que su comportamiento había sido vergonzoso, pero también sabía que habían ganado una batalla crucial.

"Alice, debemos mejorar nuestra estrategia. No podemos seguir actuando de esta manera," dijo Rokugo, con determinación.

Alice asintió. "Estoy de acuerdo, Rokugo. Debemos ser más estratégicos y menos impulsivos."

Rokugo, con una sonrisa, añadió: "Y debemos asegurarnos de que Grimm siga siendo útil. Su maldición fue crucial hoy."

Alice, con su lógica de robot, respondió: "Sí, Rokugo. Grimm demostró ser útil hoy. Debemos aprovechar sus habilidades en futuras misiones."

Capítulo 50: La Preparación para la Siguiente Misión

Al día siguiente, Rokugo y su equipo se prepararon para la siguiente misión. La princesa Tilis les había asignado una nueva tarea: explorar una región desconocida en busca de recursos valiosos.

"Equipo, esta es nuestra oportunidad para demostrar nuestra valía una vez más. No podemos fallar," dijo Rokugo, su voz llena de determinación.

Rose, aunque todavía asustada por el incidente con los chapulines, asintió. "Haré lo mejor que pueda, Rokugo."

Grimm, con su actitud coqueta, sonrió. "Estoy lista para lo que sea, Rokugo."

Snow, aunque reacia, asintió. "Haré lo mejor que pueda."

Alice, siempre analítica, respondió: "Entendido, Rokugo. ¿Cuál es el plan?"

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "El plan es simple. Debemos estar preparados para cualquier ataque y usar nuestras habilidades al máximo. Rose, necesito que uses tu fuerza para protegernos. Grimm, necesito que uses tus maldiciones para debilitar al enemigo. Alice, necesito que uses tu inteligencia para analizar cualquier situación. Y Snow, necesito que uses tu espada nueva para luchar."

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para la siguiente misión, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 51: La Celebración en la Taberna

Tras la misión exitosa, Rokugo y su equipo decidieron ir a comer a una taberna. Sin embargo, para decepción y asco de Rokugo, la comida que les sirvieron eran orcos cocinados.

"¿Qué es esto?" preguntó Rokugo, mirando el plato con desagrado.

El tabernero, con una sonrisa, respondió: "Es orco cocinado, señor. Es lo más fácil de cazar y cocinar en estos tiempos."

Rokugo, con una mueca de asco, replicó: "¿Orco? ¿No podríamos comer algo más... normal?"

El tabernero negó con la cabeza. "Lo siento, señor. Los animales como cerdos, gallinas o vacas se reservan para la realeza. El orco es lo más común para el resto de nosotros."

Rokugo, con una expresión de disgusto, comentó: "Esto es ridículo. Los orcos además de ser una especie humanoide, se supone que también son inteligentes."

Grimm y Rose, sin parar de molestar a Snow, comentaron: "Snow, ¿no te gusta el comandante Rokugo? Parece que te pones nerviosa cuando está cerca."

Snow, molesta, respondió: "¡Dejad de decir tonterías! Rokugo es un prepotente y vulgar."

Capítulo 52: La Envidia de Snow

Snow, recordando los eventos recientes, se dirigió a su habitación. Rokugo, aquel hombre vulgar y prepotente, había ascendido rápidamente a Comandante, un puesto que ella había ansiado mantener. La envidia le ardía en el pecho, especialmente al ver cómo él se burlaba de su posición y desestimaba las normas.

"Mataré al Comandante un día de estos," murmuró Snow en broma, pero con un tono de seriedad.

De camino a su habitación, se topó con el consejero del Rey, quien la miró con una expresión fría y calculadora.

"Snow, ¿cómo estás?" preguntó el consejero.

Snow, confundida, respondió: "Estoy bien, consejero. ¿Qué necesita?"

El consejero, con un tono seductor, continuó: "Snow, el reino necesita de tu lealtad e integridad. Ese grosero, Rokugo, ha llegado de la nada y ya es Comandante. Tú, que te has esforzado desde niña, cuando eras huérfana, otra vez te han destituido."

Snow parpadeó, confundida, pero la posibilidad de recuperar su puesto hizo que sus oídos se aguzaran.

"La idea es simple," dijo el consejero. "Si alguien como tú pudiera aportar evidencia de la deslealtad de Rokugo, quizás podrías volver a tu merecido puesto en la guardia real."

Snow, al principio tratando de mostrar humildad, respondió: "La gloria es de todos, consejero."

El consejero, recordándole cómo vivía cómoda cuando era Comandante, continuó: "Snow, piensa en el dinero, la fama y el respeto que tendrías si volvieras a ser Comandante de la guardia real."

Snow, cambiando de expresión a una de ambición, conforme el consejero le iba hablando del dinero, la fama y el respeto que tendría cuando fuera Comandante de la guardia real, fue poco a poco corrompiendo su voluntad.

"Por favor, consejero, deténgase. Estoy a punto de quebrar mi voluntad," suplicó Snow.

Cuando el consejero le dijo que podría añadir a su unidad a los soldados que quisiera, Snow finalmente aceptó difamar a Rokugo.

Capítulo 53: La Traición de Snow

Snow tomó un dinero "extra" con la excusa de ir a verlo en su habitación para buscar algo con que usar. Al llegar a la habitación de Rokugo y Alice, Snow escuchó a través de la puerta cómo Rokugo le decía a Alice:

"Seguramente uno de estos días la princesa me declarará sus sentimientos y entonces seré Rey. Y después de que sea Rey, Snow también se me declarará y tendré dos esposas."

Alice, con su lógica de robot, respondió: "Eso es estadísticamente imposible y en mi simulación para predicción de eventos futuros es algo que no va a pasar."

Snow, avergonzada de la conversación que estaba espiando, decidió no hacer nada por ahora.

Capítulo 54: La Decisión de Snow

Snow, confundida y avergonzada, regresó a su habitación. La conversación que había escuchado la había dejado desconcertada. Aunque había aceptado difamar a Rokugo, la realidad de sus palabras la hizo dudar.

"¿Qué debo hacer?" se preguntó Snow, sentada en su cama. "Rokugo es un prepotente, pero... ¿realmente merece ser difamado?"

Snow reflexionó sobre su lealtad al reino y su deseo de recuperar su puesto. Sin embargo, la idea de traicionar a Rokugo, a pesar de su comportamiento, la hacía sentir incómoda.

"No puedo hacer esto," murmuró Snow, tomando una decisión. "No puedo traicionar a Rokugo, no importa cuánto lo desprecie."

Capítulo 55: La Confrontación

Al día siguiente, Snow se dirigió a la habitación de Rokugo y Alice. Rokugo, sorprendido, la recibió con una mirada de curiosidad.

"Snow, ¿qué haces aquí?" preguntó Rokugo.

Snow, con una expresión seria, respondió: "Rokugo, necesito hablar contigo. He estado pensando en lo que escuché ayer y... no puedo traicionarte."

Rokugo, sorprendido, preguntó: "¿Traicionarme? ¿De qué estás hablando?"

Snow explicó: "El consejero del Rey me pidió que te difamara para recuperar mi puesto. Pero no puedo hacerlo. No importa cuánto te desprecie, no puedo traicionarte."

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Gracias, Snow. Aprecio tu honestidad. Y aunque no siempre estemos de acuerdo, valoro tu lealtad."

Alice, siempre analítica, añadió: "Snow, tu decisión es admirable. La lealtad y la integridad son cualidades importantes."

Capítulo 56: La Preparación para la Siguiente Misión

Con la situación aclarada, Rokugo y su equipo se prepararon para la siguiente misión. La princesa Tilis les había asignado una nueva tarea: explorar una región desconocida en busca de recursos valiosos.

"Equipo, esta es nuestra oportunidad para demostrar nuestra valía una vez más. No podemos fallar," dijo Rokugo, su voz llena de determinación.

Rose, aunque todavía asustada por el incidente con los chapulines, asintió. "Haré lo mejor que pueda, Rokugo."

Grimm, con su actitud coqueta, sonrió. "Estoy lista para lo que sea, Rokugo."

Snow, aunque reacia, asintió. "Haré lo mejor que pueda."

Alice, siempre analítica, respondió: "Entendido, Rokugo. ¿Cuál es el plan?"

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "El plan es simple. Debemos estar preparados para cualquier ataque y usar nuestras habilidades al máximo. Rose, necesito que uses tu fuerza para protegernos. Grimm, necesito que uses tus maldiciones para debilitar al enemigo. Alice, necesito que uses tu inteligencia para analizar cualquier situación. Y Snow, necesito que uses tu espada nueva para luchar."

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para la siguiente misión, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 57: La Traición Descubierta

Snow caminaba por el castillo, sumida en sus pensamientos, cuando de repente escuchó una conversación sospechosa entre Rokugo y Alice. Sin percatarse de su presencia, Rokugo y Alice mencionaban ser espías.

"Rokugo, ¿crees que alguien sospecha de nosotros?" preguntó Alice con su tono analítico.

"No lo creo, Alice. Hemos sido muy cuidadosos," respondió Rokugo con una sonrisa confiada.

Snow, indignada y sintiéndose traicionada, los confrontó directamente. "¡Rokugo! ¡Alice! ¿Qué significa esto? ¿Sois espías?"

Rokugo y Alice se quedaron en silencio por un momento, sorprendidos por la aparición de Snow.

"Snow, puedo explicarlo..." comenzó Rokugo, tratando de encontrar las palabras adecuadas.

Snow, con una mirada severa, interrumpió: "No hay nada que explicar. Sois traidores. Pero os daré la oportunidad de huir antes de alertar a las autoridades. Es un favor especial por vuestra aportación al reino."

Rokugo y Alice intercambiaron una mirada de comprensión. Sabían que no tenían otra opción.

"Gracias, Snow. Aprecio tu gesto," dijo Rokugo, con una mezcla de gratitud y resignación.

Capítulo 58: La Ascensión de Snow

La ascensión de Snow como comandante fue rápida. La noticia de que había descubierto a los traidores la llevó de regreso a su puesto con gran honor y reconocimiento. Snow, como parte de su escuadrón, pidió que Grimm y Rose también se unieran.

"Grimm, Rose, necesito que os unáis a mi escuadrón," dijo Snow con determinación.

Grimm y Rose, aunque sorprendidas, aceptaron sin dudar. "Claro, Snow. Estamos contigo," respondieron al unísono.

Snow no les dijo a ellas que les ascendió porque descubrió la traición de Rokugo y Alice. En su lugar, les dijo que ellos renunciaron.

"Rokugo y Alice renunciaron. Ahora necesito vuestra ayuda para proteger el reino," explicó Snow.

Capítulo 59: La Incomodidad Persistente

A pesar de obtener lo que deseaba, Snow sentía una incomodidad persistente. No podía olvidar la mirada de Rokugo y Alice. ¿Acaso se había precipitado? ¿Había sido justa?

Cada vez que intentaba convencerse de que había hecho lo correcto, una sensación de culpa regresaba, recordándole que no había permitido que Rokugo ni Alice se defendieran.

Capítulo 60: El Refugio de Rokugo y Alice

En una casa abandonada, Alice y Rokugo se estaban refugiando. Alice estaba construyendo una máquina teletransportadora que sería usada para traer las fuerzas de Kisaragi de modo seguro cuando llegara el momento de la conquista. Sin embargo, debido a la limitación tecnológica del planeta, tardaría un mes en armarla.

Hasta entonces, Rokugo se mantendría acosando jovencitas en las calles de Grace para obtener puntos malos que luego podría canjear por comida con su brazalete de Kisaragi.

Capítulo 61: La Visita de la Princesa Tilis

Un día, Rokugo y Alice se enteraron de que el elegido y hermano de la princesa Tilis había sido teletransportado aleatoriamente en batalla y nadie sabía dónde estaba. Sin embargo, la princesa Tilis, encapuchada para no ser reconocida por el pueblo, vino a visitarlos.

"Rokugo, Alice, necesito vuestra ayuda," dijo la princesa Tilis con una mirada de desesperación.

Rokugo, sorprendido, preguntó: "¿Qué necesitas, princesa?"

La princesa Tilis explicó: "El reino caerá mañana con la invasión de Lord Demonio. Necesito que difundáis donde vayáis la evidencia de que el reino de Grace existió y advertir a otros países."

Rokugo aceptó volver a ser parte de su ejército de Grace. "Está bien, princesa. Haré lo que pueda."

Capítulo 62: El Regreso al Castillo

Al ir de regreso al castillo junto a la princesa, Grimm y Rose le preguntaron a Rokugo por qué había renunciado a su puesto de comandante. Rokugo notó que Snow no les había contado que era un espía.

"Renuncié porque tenía otros planes," respondió Rokugo con una sonrisa.

Rokugo y Alice fueron asignados como guardaespaldas de la princesa. La princesa observó cómo el ejército contrario, a diferencia de lo pronosticado, estaba dando batalla. Esto se debía a que en el tiempo que Rokugo fue exiliado por ser un espía, había colocado minas en las fronteras del reino. Por cada mina explotada, el chip de Rokugo registraba puntos malos.

Capítulo 63: La Batalla Final

Rokugo, sabiendo que aún con esa ayuda el reino habría caído por la superioridad del ejército de Heine en la mañana, decidió tomar a la princesa en contra de su voluntad. La sujetó del hombro y la movió hacia la puerta trasera del castillo.

La princesa se negó a abandonar su habitación. "¡No puedo abandonar mi reino!" exclamó con desesperación.

Mientras Rokugo la estaba moviendo hacia la puerta trasera del castillo, llegó Snow desesperada pidiendo a Rokugo que salvara a Grimm y Rose, que estaban enfrentando al ejército de Heine.

"Rokugo, por favor, salva a Grimm y Rose. Están en peligro," suplicó Snow.

Snow se ofreció a ser maltratada y manoseada para que Rokugo obtuviera puntos malos y pudiera usar sus poderosas armas. Rokugo le quitó el calzón y canjeó un poderoso rifle que Alice usó para destruir los golems desde la seguridad del castillo. Cuando el ejército de Lord Demonio notó los disparos, subieron junto con la demonio Heine a enfrentarlos.

Rokugo, canjeando su motosierra circular y entrando en modo SIN LÍMITES, solo dejó vivo a Heine, declarando una tregua de un mes. Snow y la princesa salieron de su escondite, quejándose de que con esa motosierra podría haberlas matado también.

"Rokugo, nunca mato mujeres," dijo Rokugo con una sonrisa.

Alice escoltó a la princesa a su habitación para que se recuperara. Snow besó a Rokugo, pero Rokugo le dijo que, aunque ella era sexy, no la veía como un interés romántico, sino como una aventura de una noche. Esto ofendió a Snow, quien quiso matar a Rokugo.

Capítulo 64: La Reconciliación

Con la batalla terminada, Rose y Grimm regresaron al castillo junto a los demás soldados de la guardia real y abrazaron a Rokugo, pidiendo que no las abandonara de nuevo.

"Rokugo, por favor, no nos abandones de nuevo," suplicaron Grimm y Rose.

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "No os preocupéis. Estoy aquí para quedarme."

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para enfrentar lo que viniera, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 65: El Reporte de Alice para Kisaragi

En el reporte de Alice para Kisaragi, se informó la construcción de una base para recibir más combatientes. Contando las diferentes misiones que había cumplido Rokugo, se destacó que se había ganado la confianza de la princesa Tilis. Ya no era "El Mercenario de la Princesa" sino "El Comandante Rokugo".

"El Comandante Rokugo ha demostrado ser un activo valioso para nuestra misión en el planeta 407. Ha cumplido con éxito varias misiones y ha ganado la confianza de la princesa Tilis. Su liderazgo ha sido crucial para nuestros avances en este mundo," escribió Alice en su reporte.

El reporte terminó con una foto de Rokugo, Alice, Rose y Snow posando. Rose y Snow estaban confundidas sobre el objetivo de posar para la foto, y Grimm estaba durmiendo.

Capítulo 66: De Regreso en el Planeta 407

De nuevo en el planeta 407, Alice y Rokugo estaban leyendo los reportes de otros agentes. Hasta que llegaron al reporte del agente 22, que tenía un mensaje de "Misión fallida, planeta hostil".

"Rokugo, mira esto," dijo Alice, mostrando el reporte del agente 22.

Rokugo, intrigado, comenzó a leer el reporte. "El agente 22 aceptó un empleo de albañil para sacar información. En ese mundo de tecnología nivel medieval, la gente no se cuestionaba de su traje tecnológico. Tuvo una compañera albañil de pelo azul, que podía construir paredes en tiempo récord y solo trabajaba medio tiempo. En la construcción, ella misma fue capaz de revivir a un colega que murió en un accidente solo aceptando una cerveza como pago."

Rokugo frunció el ceño, tratando de entender las referencias. "¿Qué es todo esto, Alice?"

Alice continuó leyendo. "En ese mundo hay ranas gigantes que pueden comer personas de un lenguetazo. Los aventureros de ese mundo las cazaban solo usando sus espadas o incluso vio uno que movía los cuerpos de las ranas usando unos brazos gigantes que emergían de su espalda. Asustado de las habilidades de sus habitantes, vio cómo una pequeña niña fue capaz de hacer una explosión solo para matar una sola de esas ranas gigantes y a nadie le importó."

Rokugo, confundido, preguntó: "¿Qué significa todo esto, Alice?"

Alice siguió leyendo. "Cuando quiso conseguir sus puntos malos, intentó asustar a una mujer, pero la chica se emocionó y aunque le intentó golpear, el cuerpo de la misma era tan resistente que se rompió la mano. En otra ocasión, un sujeto extraño le comentó que sabía que era un agente espía. El agente 22, en pánico, le había disparado, pero no le hizo nada. Es más, el sujeto se rió y se fue como si no le importara que 22 fuera un conquistador."

Rokugo, cada vez más confundido, preguntó: "¿Qué está pasando en ese mundo, Alice?"

Alice continuó. "El agente 22 aseguró que no se había vuelto loco. Los vegetales en ese mundo son capaces de salir de la tierra y atacar a los seres que tengan cerca. Para rematar, en sus 7 semanas que estuvo de espía, se enteró de que esa ciudad Axel era la ciudad más tranquila de ese mundo. Los aventureros novatos la usaban para iniciarse. Cuando el agente 22 terminó de construir su máquina de teletransportación debido a su limitación tecnológica, quiso comprobar si su hipótesis era real. Quiso atacar a una persona aleatoria, vio a una chica bajita y flaca para atacar, pero antes de eso, vio cómo esa chica le reclamaba a su grupo, los cuales estaban conformados por esa albañil, mujer y niña que mencionó. Viendo el respeto que le tenían, se acobardó."

Rokugo, completamente perdido, preguntó: "¿Qué significa todo esto, Alice?"

Capítulo 68: La Instalación de Internet

Alice terminó de instalar internet en la casa abandonada donde construyeron el teletransportador. Entre Astaroth y Rokugo coqueteaban, Astaroth estaba celosa de que Rokugo se negara a regresar a su tierra y estuviera en ese planeta caluroso con tres lindas chicas según su reporte.

"Rokugo, ¿por qué no regresas a la tierra? Te extraño," dijo Astaroth con una mirada de reproche.

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Astaroth, aquí tengo una misión importante. No puedo abandonar a mi equipo."

Astaroth, aunque celosa, se alegró de ver a Rokugo. "Entiendo, pero te extraño mucho."

Rokugo, con una sonrisa, dijo: "Yo también te extraño, Astaroth. Pero necesito que Kisaragi envíe más hombres. Necesitamos refuerzos."

Astaroth, con una mirada seria, respondió: "Rokugo, una nueva revolución ocurrió en la tierra. Estamos luchando contra los rebeldes. Pero un amigo tuyo está en camino."

Capítulo 69: La Llegada del Hombre Tigre

De repente, saliendo de la máquina, apareció el Hombre Tigre. En su interacción con Rokugo, se veía como un compañero de trabajo confiable, camaradería y genial. Era un agente de campo muy motivado y obediente, además de capaz, razón por la cual tenía un alto rango en Kisaragi.

"Hombre Tigre, bienvenido," dijo Rokugo con una sonrisa.

El Hombre Tigre, con una mirada seria, respondió: "Gracias, Rokugo. Estoy aquí para ayudar."

Rokugo le explicó al Hombre Tigre sobre el planeta 407. "Este planeta es mayoritariamente desértico, al menos el Reino de Tilis donde nos encontramos. Debido a la guerra, muchos soldados murieron, así que la población es mayoritariamente femenina. Los monstruos pueden parecer animales normales, pero si son enormes, entonces son llamados 'Titanes' y tienen regeneración con su nuca como punto débil. Debes recordar eso cuando enfrentes a cualquiera."

El Hombre Tigre, con una mirada de determinación, respondió: "Entendido, Rokugo. Estoy listo para lo que sea."

Capítulo 70: La Presentación del Hombre Tigre

Rokugo le presentó su unidad al Hombre Tigre como un amigo de su mismo país que vino a ayudarlos. Fuera de la sorpresa de ver a un Tigre humanoide, Snow admiró la espada que traía el Hombre Tigre, Rose pensó que era alguna especie de Quimera como ella que comía felinos, y Grimm se despertó de golpe de su siesta y cayó hacia atrás.

"¿De dónde vienen Rokugo, Alice y el Hombre Tigre?" preguntaron las tres, curiosas.

Rokugo, Alice y el Hombre Tigre se negaron a dar más información sobre Kisaragi.

Capítulo 71: La Documentación ante la Princesa

Rokugo hizo su documentación ante la princesa Tilis para unir al Hombre Tigre a su grupo como miembro ocasional. La princesa se sorprendió al ver la apariencia del Hombre Tigre.

"Rokugo, ¿quién es este?" preguntó la princesa Tilis, sorprendida.

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Princesa, este es el Hombre Tigre, un amigo mío que vino a ayudarnos. Es un guerrero muy capaz."

La princesa, entre bromas, dijo: "Suertudo que tengas un amigo en tu unidad, no estaremos haciendo una especie de invasión, ¿verdad?"

Rokugo logró finjir una risa para que la princesa no sospechara. "No, princesa. Solo estamos aquí para ayudar."

Capítulo 72: La Misión del Mokemoke

La princesa les asignó la misión de cazar a un Mokemoke, una langosta titán, una especie de crustáceos que viven en el bosque prohibido y pueden crecer hasta el tamaño de un humano promedio. Su carne no chisporrotea y es muy deliciosa si se llega a aplicar un químico que evita que el cuerpo se evapore al morir, siendo un manjar de Grace.

Rokugo, Alice, Rose, Snow, Grimm y el Hombre Tigre se movilizaron para enfrentar a la bestia.

Capítulo 73: La Batalla contra el Mokemoke

La batalla parecía intensa, pero con la fuerza y agilidad del Hombre Tigre, lograron cortarle una tenaza al Mokemoke después de varios intentos fallidos, en los cuales Grimm quedó inconsciente y Rose se había distraído varias veces al intentar morder la langosta gigante como si fuera un bocadillo.

Rokugo logró notar que, como especie, los Mokemoke son amigables con las personas a menos que se les provoque. Pero sin ninguna piedad, Snow mató al Mokemoke atravesando su nuca con su espada y luego le roció el químico anti-evaporaciones.

Rokugo lloró la muerte del Mokemoke, pensando que después de todo solo era un animalote inocente.

Capítulo 74: La Reflexión de Rokugo

Rokugo, con lágrimas en los ojos, reflexionó sobre la batalla. "Este planeta es cruel. Incluso los animales inocentes son cazados sin piedad."

Alice, con su lógica de robot, respondió: "Rokugo, debemos cumplir con nuestra misión. No podemos permitir que nuestras emociones nos detengan."

Rokugo asintió, determinado a seguir adelante. "Tienes razón, Alice. Debemos seguir adelante."

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para enfrentar lo que viniera, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 75: El Ataque de la Tribu Headslitters

Camino al Reino, Rokugo y su equipo fueron atacados por la tribu Headslitters, habitantes indígenas del Bosque Oscuro. Aunque se los consideraba hostiles, la gente de Headslitters hablaba en lenguas o el lenguaje espiritual y nadie podía entenderlos, excepto Rokugo, cuyo chip en la cabeza podía traducir su idioma.

"¡Rokugo, nos están atacando!" gritó Snow, desesperada.

Rokugo, con calma, respondió: "No os preocupéis. Puedo entender lo que dicen."

Los miembros de la tribu Headslitters usaban hachas de guerra para cazar comida y defenderse de los intrusos. Se cubrían de barro para protegerse de los insectos. No les gustaba que entraran en su territorio y menos que Rokugo y compañía mataran un Mokemoke.

"¡No les gusta que hayamos matado al Mokemoke!" explicó Rokugo. "Dicen que es una advertencia."

Lograron salir a salvo del territorio porque al parecer los dejaron ver como una advertencia.

Capítulo 76: El Mensaje de la Princesa Tilis

Al regresar a su base, recibieron un mensaje de la princesa Tilis.

"Rokugo, tengo un mensaje importante para ti," dijo la princesa Tilis en la videollamada.

Rokugo, intrigado, preguntó: "¿Qué sucede, princesa?"

La princesa Tilis explicó: "El rey de Grace se negó a decir la contraseña en voz alta para activar el generador de agua. En su frustración, huyó sin proveer agua a su gente. La contraseña que pusiste es 'Festival del pene'. Como resultado, tu equipo será enviado al reino vecino de Toris, el Reino del Agua, para negociar un suministro de agua como embajadores. El Hombre Tigre se quedará en Grace cuidando tu casa

Capítulo 77: El Viaje a Toris

Para llegar rápido, Rokugo canjeó sus puntos malos por un carro 4x4 todo terreno, lo que sorprendió a Rose, Grimm y Snow.

"¿Qué es esto, Rokugo?" preguntó Snow, asombrada.

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Es un carro 4x4 todo terreno. Nos llevará rápido a Toris."

Snow comentó: "Este vehículo no impulsado por animales se parece a los 'autos' que narran las leyendas de siglos pasados."

Capítulo 78: La Llegada a Toris

Al llegar a la frontera con Toris, declararon sus intenciones de negociar agua. Al llegar a la capital, fueron recibidos en el palacio, diciendo que se haría un banquete y se alistarían.

Mientras Rokugo y Alice se ponían un vestido de gala bastante contemporáneo para el ambiente medieval del Reino, Snow apareció con un vestido muy provocador.

"Snow, ¿qué estás haciendo?" preguntó Rokugo, sorprendido.

Snow, con una sonrisa, respondió: "Tengo intenciones de seducir al príncipe Engel de Toris para que se le pase la mano y poder usar eso para chantajearlo y que el agua nos salga gratis."

Rokugo le advirtió: "Por más pervertido que sea un príncipe, los príncipes saben comportarse ante embajadores para evitar conflictos internacionales."

Rokugo vio que Snow se reunió con Grimm, quien traía un vestido más formal y acorde al contexto medieval, mientras que Grimm apareció con un vestido que se habría considerado sensual hace como 80 años, caminando por la alfombra diciendo que sentir la alfombra en sus pies se sentía demasiado bien

Rokugo hizo una broma: "El vestido de Grimm está a punto de ser provocador, está demasiado pasado de moda y se ríe de que Grimm, que siempre está en sus misiones en silla de ruedas, aquí camina pero sin zapatos."

Grimm, sintiendo cómo Rokugo se burlaba de sus gustos y de su maldición de no usar zapatos, apuntó su dedo pidiendo en nombre de Zenarith que le quitara el libido a Rokugo. Rokugo, reaccionando rápido, movió la mano de Grimm, de modo que la maldición salió disparada y rebotó quién sabe a dónde.

Capítulo 79: El Banquete

En el banquete, sin pensarlo dos veces, Rose se abalanzó sobre la mesa y comenzó a devorar la comida, mientras Alice y Rokugo intentaban mantener la compostura.

Mientras tanto, Snow y Grimm intentaban un "plan" de seducción para ganarse el favor de los príncipes del reino. Snow por el mayor, Engel, y Grimm por el menor. Sin embargo, su falta de sutileza y experiencia en estos asuntos las llevó a una serie de situaciones incómodas y ridículas. El príncipe Engel no parecía tener ningún interés en Snow, contrario a su reputación de príncipe mujeriego.

El príncipe menor, intrigado por Grimm, se acercó y le preguntó: "¿Por qué no llevas zapatos?"

Grimm, con una expresión mística, respondió con tono solemne: "Por motivos religiosos."

Rokugo y Alice empezaban a pensar en apuñalar a Grimm y fingir que se siente mal para retirarla antes de que haga un escándalo y luego revivirla al volver a Grace con el templo de Zenarith y a Rose dormirla con algo en la comida.

Capítulo 80: La Negociación

Rokugo, tratando de mantener la calma, se dirigió al príncipe Engel. "Príncipe Engel, estamos aquí para negociar un suministro de agua para el Reino de Grace. Necesitamos su ayuda."

El príncipe Engel, con una mirada seria, respondió: "Entiendo su situación. Veremos qué podemos hacer."

Rokugo, con una sonrisa, asintió. "Gracias, príncipe Engel. Aprecio su comprensión."

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para negociar el suministro de agua, dispuestos a cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 81: La Vergüenza en el Banquete

Rokugo y Alice no pudieron soportar más la vergüenza de ver a Snow alagar al príncipe Engel, quien claramente estaba incómodo con sus intentos de seducción. Rose se comió la comida con todo y huesos, servilletas y platos, mientras Grimm se revolcaba de frustración por no haber podido seducir a nadie.

Rokugo y Alice decidieron recorrer el castillo para despejarse. Alice, con su lógica de robot, le dijo a Rokugo: "Si quieres una chica sensual, competente y leal, las Androides X de Kisaragi podrían ser una opción. Son diseñadas para cumplir con todas las necesidades de un agente."

Capítulo 82: El Descubrimiento del Tubo Generador

Mientras recorrían el castillo, Rokugo y Alice encontraron lo que a todas luces parecía ser un tubo generador de homúnculos, similar a los que usaba Kisaragi para convertir a sus agentes en mutantes.

"Rokugo, esto parece ser un generador de homúnculos," dijo Alice, analizando el dispositivo.

Rokugo, intrigado, respondió: "¿Crees que en este reino están haciendo chicas sensuales?"

Alice asintió. "Es una hipótesis plausible. Debemos investigar más a fondo."

Capítulo 83: La Llegada de Heine y Russel

Rápidamente, fueron llamados a la atención. Rokugo vio que eran Heine, la demonio, y un niño quimera de apariencia parecida a un niño, llamado Russel. No habían llegado al mismo reino por guerra, sino en busca de una posible alianza entre el reino de Toris y el reino de Lord Demonio contra el reino de Grace.

"Heine, " preguntó Rokugo, sorprendido.

Heine, con una sonrisa maliciosa, respondió: "Estamos aquí para negociar una alianza, Rokugo. No por guerra, sino por conveniencia."

Capítulo 84: La Recepción con el Príncipe Engel

Rokugo, Alice, Heine y Russel subieron a la recepción, donde Heine, al igual que Snow, trató de seducir al príncipe Engel. Sin embargo, el príncipe no mostró ningún interés en sus avances.

Después de una fallida negociación con el príncipe Engel de Toris, en la que Rokugo se comportó de forma inapropiada, restregando su miembro en la cara del príncipe, el reino de Grace se vio enfrentado a una guerra contra Lord Demonio y el reino de Toris, complicando aún más su misión en el planeta.

Capítulo 85: La Búsqueda de Nueces de Agua

A pesar de la situación caótica, el equipo mantuvo su típica actitud despreocupada. Más adelante, mientras viajaban por el desierto en un auto en busca de nueces de agua, nueces que contenían agua con magia en su interior, Grimm, emocionada por la aventura, terminó saliendo disparada del vehículo y fue atacada por lobos titán.

"¡Grimm!" gritó Rokugo, desesperado.

Rokugo logró recuperar el cuerpo de Grimm de los lobos y, gracias al templo de Zenarith, Grimm volvió a la vida, aunque algo traumatizada por el evento.

Capítulo 86: La Revivisión de Grimm

Grimm, traumatizada, se despertó en el templo de Zenarith. Rokugo y Alice la recibieron con alivio.

"Grimm, ¿estás bien?" preguntó Rokugo, preocupado.

Grimm, con una mirada de terror, respondió: "Sí, estoy bien. Pero no quiero volver a pasar por eso."

Rokugo asintió, comprendiendo su miedo. "No te preocupes, Grimm. Estamos aquí para protegerte."

Capítulo 87: La Preparación para la Guerra

Con Grimm de vuelta, el equipo se preparó para enfrentar la guerra que se avecinaba. Sabían que la situación era complicada, pero estaban dispuestos a cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

"Equipo, esta es nuestra oportunidad para demostrar nuestra valía. No podemos fallar," dijo Rokugo, con determinación.

Rose, aunque todavía asustada, asintió. "Haré lo mejor que pueda, Rokugo."

Grimm, con su actitud coqueta, sonrió. "Estoy lista para lo que sea, Rokugo."

Snow, aunque reacia, asintió. "Haré lo mejor que pueda."

Alice, siempre analítica, respondió: "Entendido, Rokugo. ¿Cuál es el plan?"

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "El plan es simple. Debemos estar preparados para cualquier ataque y usar nuestras habilidades al máximo. Rose, necesito que uses tu fuerza para protegernos. Grimm, necesito que uses tus maldiciones para debilitar al enemigo. Alice, necesito que uses tu inteligencia para analizar cualquier situación. Y Snow, necesito que uses tu espada nueva para luchar."

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para la guerra, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 88: La Recolección de Nueces de Agua

Rokugo, viendo que Snow estaba tan emocionada de volver con las nueces de agua para regresar como héroes, estaba recolectándolas todas, básicamente estaba haciendo todo el trabajo voluntariamente. Grimm se quejaba de lo molesto que era caminar sin zapatos en la arena.

"Rokugo, esto es insoportable. No puedo caminar sin zapatos en esta arena," se quejó Grimm, frustrada.

Rokugo, recordando la maldición de Grimm, quiso comprobar si era cierto. Le dijo de forma seductora a Grimm: "Snow hará todo el trabajo. Sentémonos y relajémonos."

Grimm, empezando a ilusionarse, obedeció. De pronto, Rokugo sujetó a Grimm y le pidió a Alice que canjeara sus puntos malos por unos calcetines.

"Alice, canjea unos calcetines para Grimm," ordenó Rokugo.

Grimm, viendo las intenciones de Rokugo, entró en pánico y luchó contra sus fuerzas, tratando de liberarse. Propino unos golpes en la nariz de Rokugo con su cabeza, pero Rokugo era más fuerte.

"¡No, por favor, no lo hagan! Si me ponen zapatos, explotaré," rogó Grimm, desesperada.

Alice, con su lógica de robot, hizo caso omiso. "La maldición de Grimm no es real, sino psicológica," dijo Alice mientras le ponía las medias a los pies de Grimm.

Grimm, desesperada, gritó: "¿Qué les pasa? ¡Rose, Snow, auxilio, AUXILIOOOO!"

Capítulo 89: El Despertar del Rey de la Arena

Antes de que Rose pudiera responder, el suelo bajo sus pies comenzó a temblar. En un abrir y cerrar de ojos, una enorme figura emergió de la tierra, sacudiendo el suelo a su alrededor. Un gigantesco topo titán, de proporciones colosales, apareció frente a ellos. Su cuerpo era masivo y parecía estar compuesto por una mezcla de endurecimiento, con ojos rojos brillando con furia. El Rey de la Arena, como fue bautizado por los nativos, había despertado debido a las vibraciones de la extracción de las nueces de agua, que eran parte de su cuerpo y no plantas del desierto como el equipo de Rokugo pensaba.

El auto safari fue destruido en una maniobra donde huyeron del Rey de la Arena y saltaron en una curva, aplastado por el Rey de la Arena. El topo titán se retiró al subsuelo.

Capítulo 90: La Travesía por el Desierto

Rokugo, sin embargo, sabía que con eso se fue su transporte y no tenía suficientes puntos malos para canjear otro carro. Caminando bajo el abrasante sol del desierto, con el calor tan intenso que parecía quemarles la piel, Rokugo, Alice, Grimm y Rose se vieron obligados a viajar de noche porque en el día era insoportable, acampando en una carpa comprimible de Kisaragi.

Grimm, cargada sobre los hombros de Rose, ya que le era doloroso caminar sobre arena, apenas podía moverse. Sus fuerzas se agotaban rápidamente bajo el calor insoportable. Después de varios días de caminar sin rumbo fijo, sin poder encontrar suficiente agua, Grimm murió por la insolación.

Capítulo 91: La Desesperación del Equipo

El grupo llegó a un punto crítico. La idea de comer a Grimm para sobrevivir comenzó a rondar sus mentes, aunque nunca lo dijeron en voz alta. El desespero creció cuando, después de un enfrentamiento con Rose, intentó comerse a Grimm y Rokugo volviendo a tomar conciencia le detuvo diciendo que Grimm todavía podría revivir si la ponían en el templo de Zenarith.

Snow se ofreció a que Rokugo la usara para ganar puntos malos, pero como era consensuado no funcionó. Rokugo intentó mirando debajo de la falda de Grimm, pero como estaba muerta no pasó nada. Hasta que una noche, Snow se retiró con el cuerpo de Grimm y Alice dejando a propósito a Rose con el Comandante Rokugo.

Capítulo 92: La Broma de Rose

Rose hizo una "broma" de que tenía tanta hambre que si no comía nada se iba a comer a Rokugo. Rokugo al principio creyó que Rose tenía una mala manera de coquetear y le quiso decir que su diferencia de edad era un impedimento, pero de pronto Rose con sus dientes afilados mordió la mano de Rokugo.

"¡Soy el Agente Especial 6, Rokugo de la Corporación Kisaragi y ahora obtendré mis puntos malos contigo!" gritó Rokugo, alistándose para pelear.

Se escuchó como si un hombre peleara a puño limpio contra una bestia carnívora fuera de la carpa. Cuando Snow y Alice entraron, vieron a Rose inconsciente y a Rokugo todo arañado y con los nudillos rojos, pero con el contador de puntos malos lleno.

Capítulo 93: El Regreso al Reino de Tilis

Con los puntos malos llenos, Rokugo canjeó agua y otro vehículo para regresar al Reino de Tilis. Lo primero que hicieron apenas llegaron fue tomar comida y luego llevaron el cuerpo de Grimm al templo de Zenarith.

"Grimm, espero que estés bien," dijo Rokugo, preocupado, mientras la llevaban al templo.

Alice, con su lógica de robot, respondió: "Grimm estará bien. El templo de Zenarith la revivirá."

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para enfrentar lo que viniera, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

apítulo 94: La Queja del Hombre Tigre

Pasando unos días, el Hombre Tigre se quejó con Alice: "Yo también quiero explorar las ruinas, nya."

Alice, con su lógica de robot, explicó: "Esas ruinas fueron invadidas por Lord Demonio y Toris, que vienen a la guerra contra Grace. Necesitamos que lideres a un grupo de soldados en el bosque de Grace mientras el grupo de Rokugo se adelanta a las ruinas a buscar esa 'arma antigua'."

El Hombre Tigre, aunque decepcionado, asintió. "Entiendo, Alice. Haré lo que sea necesario para ayudar."

Capítulo 95: El Viaje hacia las Ruinas

En el viaje de ida hacia las ruinas, Rose preguntó a Rokugo: "¿Por qué le restregaste tu exhibicionismo en la cara del príncipe? Eres un verdadero tonto, Comandante Rokugo."

Rokugo se defendió: "Rose, puedes llegar a ser muy cruel. Recuerda cómo en nuestra misión anterior intentaste comerme vivo."

Rose, con una mirada de confusión, respondió: "De tanta hambre que tuve, no recuerdo eso."

Snow lloraba porque le retuvieron su sueldo, y Grimm dormía. Alice, sin poder soportar más los llantos de Snow, le dijo: "Te subsidiaré así como hago con Rokugo si eres útil en esta misión."

Snow se puso tan feliz que abrazó a Alice, quien también conducía, casi causando un accidente en el desierto.

Capítulo 96: La Discusión sobre el Dinero

Rokugo le dijo a Snow: "El dinero no lo es todo en la vida. Se gasta en disfrutar la vida."

Snow, en contraste, dijo: "El dinero lo es todo en la vida. Por dinero mataría a mis conocidos, a mis compañeros, incluso a mis padres que nunca conocí."

Rokugo miró en la mirada de Snow y vio que no estaba bromeando. Alice dijo: "Snow es una basura de persona."

Rokugo, en japonés para que no le entendieran, le dijo a Alice: "Snow serviría en Kisaragi."

Alice respondió: "Snow no es lo suficientemente mala, solo es cretina, codiciosa, arruinada y se cae cada día más bajo. Snow, sin saber el japonés, pensó que le estaban alagando."

Capítulo 97: La Llegada a las Ruinas

Al llegar a una distancia de las ruinas, Alice no pudo evitar un escalofrío al ver la estructura. La civilización que construyó esas ruinas era igual de avanzada que Kisaragi. La estructura parecía un antiguo centro de fabricación. Los sistemas automatizados todavía estaban activos, como si estuvieran en defensa. Era una instalación de armamento sin que los habitantes del planeta 407 lo supieran.

De las instalaciones salieron Heine, la demonio, y Russel, el niño quimera l campamento que habían montado en la salida. Alice, con sus binoculares, les leyó los labios. Al parecer, ambos estaban cerca de acabar con todas las trampas y reclamar el arma que estaba dentro de las ruinas.

Rokugo ordenó: "Quedémonos solo observando para analizar."

Capítulo 98: La Observación

Rokugo y su equipo se quedaron observando desde una distancia segura. Alice, con su lógica de robot, analizó la situación.

"Rokugo, parece que Heine y Russel están trabajando juntos para reclamar el arma. Debemos ser cautelosos y no intervenir hasta que sea necesario," dijo Alice.

Rokugo asintió. "Entiendo, Alice. Observaremos y actuaremos cuando sea el momento adecuado."

Capítulo 99: La Intervención

Después de varias horas de observación, Rokugo y su equipo vieron que Heine y Russel habían logrado desactivar todas las trampas y estaban a punto de reclamar el arma.

"Rokugo, es el momento de intervenir," dijo Alice, con determinación.

Rokugo asintió y se preparó para la acción. "Equipo, es hora de actuar. Debemos detener a Heine y Russel antes de que reclamen el arma."

Capítulo 100: La Batalla por el Arma

Rokugo y su equipo se acercaron sigilosamente a las ruinas. Heine y Russel, concentrados en su tarea, no se percataron de su presencia hasta que fue demasiado tarde.

"¡Heine, Russel, deteneos!" gritó Rokugo, apuntando su arma hacia ellos.

Heine, sorprendida, respondió: "Rokugo, ¿qué haces aquí?"

Rokugo, con una mirada seria, dijo: "No podemos permitir que reclaméis el arma. Es demasiado peligrosa en las manos equivocadas."

Russel, con una sonrisa maliciosa, respondió: "Rokugo, no podrás detenernos. Este arma nos dará el poder que necesitamos para conquistar este planeta."

Capítulo 101: La Lucha Final

La batalla por el arma fue intensa. Rokugo y su equipo lucharon con todas sus fuerzas contra Heine y Russel. Alice, con su lógica de robot, analizaba cada movimiento y daba instrucciones precisas.

"Rokugo, debes atacar a Heine desde el flanco izquierdo. Rose, protege a Snow. Grimm, usa tus maldiciones para debilitar a Russel," dijo Alice.

Rokugo, siguiendo las instrucciones de Alice, logró desarmar a Heine y derrotar a Russel. Con el arma en su poder, Rokugo y su equipo se prepararon para regresar al Reino de Tilis.

Capítulo 102: El Regreso Triunfal

Con el arma en su poder, Rokugo y su equipo regresaron triunfalmente al Reino de Tilis. La princesa Tilis los recibió con alegría y gratitud.

"Rokugo, habéis cumplido con vuestra misión. El Reino de Grace está en deuda con vosotros," dijo la princesa Tilis.

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Princesa, solo hacemos nuestro trabajo. Estamos aquí para proteger el reino y cumplir con nuestra misión para la Corporación Kisaragi."

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para enfrentar lo que viniera, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 103: La Información del Agente 22

Alice le comentó a Rokugo: "Rokugo, he encontrado algo interesante en los registros del agente 22. En el tiempo que estuvo en su mundo asignado para conquistar, leyó sobre un antiguo ser mecánico con forma de araña al que llaman el Destructor. Con toda la información recopilada por el agente 22, pudimos hacer un diseño de uno muy similar y replicarlo en masa para las conquistas."

Rokugo, intrigado, preguntó: "¿Qué tan grande es este Destructor de Kisaragi?"

Capítulo 104: La Victoria y el Prisionero

Tras su victoria, tomaron a Russel como prisionero de guerra. Bajo la amenaza de dejarlo a solas con el Hombre Tigre, que emanaba una vibra de pedófilo, lo exclavizaron para que produjera agua, limpiara la ciudad y otros usos para una química.

"Russel, si no cooperas, te dejaremos a solas con el Hombre Tigre," amenazó Rokugo.

Russel, asustado, asintió. "Haré lo que me pidan."

Capítulo 105: El Festival de los No-Muertos

Se acercaba el festival de los No-Muertos, un festival donde las almas de los caídos de Grace tomaban posesión de unos peluches y deambulaban por las calles visitando parientes por tres días. Grimm fue encargada, como cada año, de coser los peluches y supervisar el festival.

"Grimm, es hora de preparar el festival de los No-Muertos," dijo Rokugo.

Grimm, con una sonrisa, respondió: "Entendido, Rokugo. Me encargaré de todo."

Capítulo 106: El Ataque de los Zombies

Sin embargo, unos zombies que emergían cada año atacaron a Grimm. Grimm, como sacerdotisa de Zenarith, debería haber tenido control sobre ellos, pero los zombies la atacaron. Usando su último recurso, Grimm hizo un exorcismo en área.

Para sorpresa de Rokugo, esto causó la muerte de la misma Grimm además de todos los zombies. Al revivir a Grimm en el templo de Zenarith, Grimm se sintió muy triste.

"Grimm, ¿qué sucedió?" preguntó Rokugo, preocupado.

Grimm, con lágrimas en los ojos, respondió: "Durante el tiempo que estuve muerta, Zenarith se sintió ofendida de que me quitara a mí misma su 'bendición'. Resulta que al exorcizar en área, me quité a mí misma la resurrección que Zenarith me había puesto."

Capítulo 107: La Revelación de Grimm

Rokugo tenía sus dudas, pero con este último evento lo confirmó. Grimm no tenía novio porque en realidad no estaba exactamente viva. Grimm era en realidad un cadáver reanimado.

"Grimm, ¿eres consciente de que no estás realmente viva?" preguntó Rokugo, con cautela.

Grimm, negándose a aceptarlo, respondió: "No, Rokugo. Estoy viva. Solo que no tengo novio porque no he encontrado a nadie que me quiera."

Rokugo, con una mirada de comprensión, dijo: "Entiendo, Grimm. Pero tu piel pálida y fría ahora cobran sentido para mí."

Capítulo 108: La Negación de Grimm

Grimm se negaba a aceptar que era una no-muerta e insistía en estar viva. Rokugo, aunque preocupado, decidió no presionarla más.

"Grimm, no te preocupes. Estamos aquí para apoyarte," dijo Rokugo, con una sonrisa.

Grimm, con una mirada de gratitud, respondió: "Gracias, Rokugo. Eres un buen amigo."

Capítulo 109: La Preparación para el Futuro

Con la situación aclarada, Rokugo y su equipo se prepararon para enfrentar lo que viniera. Sabían que el reino de Grace aún enfrentaba muchos desafíos, pero estaban dispuestos a protegerlo y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

"Equipo, esta es nuestra oportunidad para demostrar nuestra valía. No podemos fallar," dijo Rokugo, con determinación.

Rose, aunque todavía asustada, asintió. "Haré lo mejor que pueda, Rokugo."

Grimm, con su actitud coqueta, sonrió. "Estoy lista para lo que sea, Rokugo."

Snow, aunque reacia, asintió. "Haré lo mejor que pueda."

Alice, siempre analítica, respondió: "Entendido, Rokugo. ¿Cuál es el plan?"

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "El plan es simple. Debemos estar preparados para cualquier ataque y usar nuestras habilidades al máximo. Rose, necesito que uses tu fuerza para protegernos. Grimm, necesito que uses tus maldiciones para debilitar al enemigo. Alice, necesito que uses tu inteligencia para analizar cualquier situación. Y Snow, necesito que uses tu espada nueva para luchar."

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para enfrentar lo que viniera, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 110: La Construcción de la Base

Al día siguiente, Rokugo fue canjeando sus puntos malos por maquinaria de construcción. Mientras trabajaba, tuvo que enfrentar a versiones titán de diversos animales que existen en la Tierra, así como a diferentes ataques de la tribu Hiragi.

"Rokugo, ¿qué estás haciendo?" preguntó Alice, observando la maquinaria.

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Estoy canjeando mis puntos malos por maquinaria de construcción. Necesitamos una base sólida para Kisaragi."

Capítulo 111: El Incidente con la Tribu Hiragi

Resultó que Rose se comió la comida que era para el ritual de la tribu Hiragi, lo que fastidió a la tribu.

"Rose, ¿qué has hecho?" preguntó Rokugo, frustrado.

Rose, con una mirada de inocencia, respondió: "Tenía hambre, Rokugo. No sabía que era para un ritual."

Rokugo suspiró. "Ahora tenemos que lidiar con la tribu Hiragi."

Capítulo 112: Los Refuerzos de Kisaragi

Varios grupos de agentes de Kisaragi fueron transportados como refuerzos para Rokugo los siguientes días. Otros ataques que detenían la construcción de la base de Kisaragi eran los zombies y una planta carnívora con forma humana, señalando un agente que eso era similar a las plantas que había descrito el agente 22 en su fallido intento de conquista.

"Rokugo, estos ataques son cada vez más intensos," comentó Alice, analizando la situación.

Rokugo asintió. "Debemos estar preparados para cualquier cosa."

Capítulo 113: La Presentación a la Princesa

Rokugo se presentó a sus compañeros "de su mismo país" a la princesa Tilis, quien empezó a sospechar de esa "migración masiva desde Kisaragi".

"Princesa Tilis, estos son mis compañeros de Kisaragi. Están aquí para ayudarnos a proteger el reino," dijo Rokugo, con una sonrisa.

La princesa Tilis, con una mirada de sospecha, respondió: "Rokugo, ¿qué está pasando aquí? ¿Por qué tantos extranjeros?"

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "No se preocupe, princesa. Están aquí para ayudar."

Capítulo 114: Los Agentes en la Habitación de la Princesa

Los diferentes agentes se metían en la habitación de la princesa Tilis contra su voluntad, jugando yenga entre otros actos para ganar puntos malos.

"Rokugo, ¿qué están haciendo tus compañeros en mi habitación?" preguntó la princesa Tilis, molesta.

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Princesa, solo están tratando de ganar puntos malos. No se preocupe, están aquí para ayudar."

Capítulo 115: La Construcción de la Base

Con los refuerzos de Kisaragi, la construcción de la base avanzó rápidamente. Rokugo y su equipo trabajaron incansablemente para asegurar que la base estuviera lista lo antes posible.

"Equipo, debemos trabajar rápido. Necesitamos que esta base esté lista lo antes posible," dijo Rokugo, con determinación.

Rose, aunque todavía asustada, asintió. "Haré lo mejor que pueda, Rokugo."

Grimm, con su actitud coqueta, sonrió. "Estoy lista para lo que sea, Rokugo."

Snow, aunque reacia, asintió. "Haré lo mejor que pueda."

Alice, siempre analítica, respondió: "Entendido, Rokugo. ¿Cuál es el plan?"

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "El plan es simple. Debemos estar preparados para cualquier ataque y usar nuestras habilidades al máximo. Rose, necesito que uses tu fuerza para protegernos. Grimm, necesito que uses tus maldiciones para debilitar al enemigo. Alice, necesito que uses tu inteligencia para analizar cualquier situación. Y Snow, necesito que uses tu espada nueva para luchar."

Capítulo 116: La Preparación para el Futuro

Con la base casi lista, Rokugo y su equipo se prepararon para enfrentar lo que viniera. Sabían que el reino de Grace aún enfrentaba muchos desafíos, pero estaban dispuestos a protegerlo y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

"Equipo, esta es nuestra oportunidad para demostrar nuestra valía. No podemos fallar," dijo Rokugo, con determinación.

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para enfrentar lo que viniera, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 117: La Probadita de Comida

Rokugo, en un bar, le ofreció una probadita de su comida a una chica. La chica comenzó a fantasear con que Rokugo le hiciera cosas indecentes.

"Rokugo, ¿me invitas a algo más?" preguntó la chica, con una mirada sugerente.

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Claro, ¿qué te gustaría?"

De repente, Grimm entró furiosa en su silla de ruedas, diciendo: "¡Escúchame, idiota! ¡Él es mío!"

Rokugo, sorprendido, comentó: "Grimm, tardaste más de lo normal en revivir. ¿Qué te pasó?"

Grimm, negando el regaño de Zenarith que tuvo en su muerte anterior, se convenció a sí misma de que fue un sueño. "No fue nada, Rokugo. Solo fue un sueño."

Rokugo, sin querer oír a Grimm, intentó irse. "Grimm, no tengo tiempo para esto."

Grimm, desesperada, le dijo: "Te compraré cerveza para que no te vayas."

Rokugo, en una clara muestra de quemeimportismo, le dijo a Grimm: "Snow otra vez está en que quiebra y pronto se dedicará a vender pudines de su leche."

Capítulo 118: La Invitación de Grimm

Rokugo aprovechó que Grimm le estaba invitando la bebida para darle una copita a una chica random que estaba en el bar en su nombre.

"Aquí tienes, preciosa. De parte de Grimm " dijo Rokugo, entregándole la copita a la chica.

Grimm, dolida, le pidió a Rokugo que no le coqueteara a otras chicas estando ella ahí. "Rokugo, no me hagas esto. No coquetees con otras chicas estando yo aquí."

Grimm, con su torpeza social, hizo lo que estaba en sus manos para tratar de decirle a Rokugo que le gustaba y que estaba enamorada de él. "Rokugo, yo... yo te quiero. Estoy enamorada de ti."

Capítulo 119: La Declaración Interrumpida

Antes de que Grimm pudiera terminar de declararse, Rokugo describió su hombría genital, lo que incomodó a Grimm.

Grimm notó que la chica random que Rokugo había invitado se le quedaba viendo con intenciones románticas.

"¿Qué está pasando aquí?" preguntó Grimm, confundida.

El cantinero, al ver la situación, dijo: "Rokugo le mandó a dar una copita, pero lo hizo en nombre de Grimm."

La chica random se quedó viendo a Grimm con intenciones románticas, lo que incomodó a Grimm.

"No me dejes aquí, Comandante," suplicó Grimm, desesperada.

Capítulo 120: La Huida de Rokugo

Rokugo, sin inmutarse, le puso seguro a la silla de ruedas de Grimm para que no se pudiera mover, mientras se alejaba.

"Grimm, no te preocupes. Volveré pronto," dijo Rokugo, con una sonrisa.

Grimm, incomoda, miró cómo la chica random se acercaba con mirada lesbiana. "No me dejes aquí, Comandante."

Rokugo se reunió con su colega de Kisaragi para ir a hacer carne asada desnudos en la habitación de la princesa para ganar puntos malos.

"Vamos, colega. Tenemos que ganar puntos malos," dijo Rokugo, con una sonrisa.

Y así, Rokugo y su colega se prepararon para enfrentar lo que viniera, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 121: La Compra de Cosas con Rose

Al día siguiente, Rokugo estaba comprando cosas con Rose. Rose afirmó que nunca tenía dinero porque todo lo gastaba en comida.

"Rokugo, nunca tengo dinero porque todo lo gasto en comida," dijo Rose, con una mirada de resignación.

Rokugo, notando la situación de Rose, comentó: "Eso explica la poca ropa que tienes, tus sandalias viejas y que varias partes de hecho están cubiertas por vendas y no por ropa."

Capítulo 122: La Molestia de Grimm

En eso, apareció Grimm, molesta, reclamándole a Rokugo cómo pudo haberla abandonado ayer.

"Rokugo, ¿cómo pudiste abandonarme ayer? ¡La chica random intentó seducirme y casi me hizo dudar!" exclamó Grimm, furiosa.

Rokugo, sin inmutarse, respondió: "Grimm, no tengo tiempo para tus dramas. Tenemos cosas más importantes que hacer."

Capítulo 123: El Festival de los No-Muertos

Volviendo a un tema que tenía Grimm, para el festival, Grimm había hecho diversos peluches que los espíritus podían usar de recipientes, viéndolos pasear por la ciudad.

"Grimm, ¿qué es todo esto?" preguntó Rokugo, señalando los peluches.

Grimm, con una sonrisa, respondió: "Son peluches para el festival de los No-Muertos. Los espíritus los usarán como recipientes."

Capítulo 124: El Ataque de los Muertos

Que los muertos la atacaran la última vez era un evento bastante raro que Grimm sospechaba que alguien estaba controlando los espíritus. Pero veía que Rokugo no le prestaba atención y ahora se estaba peleando con tres espíritus después de intentar bajarle los pantalones a un niño que siempre lo insultaba.

"Rokugo, ¿qué estás haciendo?" preguntó Grimm, preocupada.

Rokugo, en medio de la pelea, respondió: "Solo me estoy divirtiendo un poco, Grimm."

Capítulo 125: La Maldición de Grimm

Grimm, queriendo proteger al comandante, lanzó una maldición que removería la bendición de Zenarith en el área pequeña que rodeaba a Rokugo.

"¡Rokugo, cuidado!" gritó Grimm, lanzando la maldición.

Sin embargo, esto terminó matando a Grimm, Rokugo y Rose viendo el cadáver de Grimm decidieron que esta vez no la revivirían, o al menos no hasta que acabara el festival de los no-muertos.

"Rose, no podemos revivir a Grimm ahora. Es demasiado peligroso," dijo Rokugo, con una mirada seria.

Rose, asintiendo, respondió: "Entiendo, Rokugo. Esperaremos hasta que acabe el festival."

Capítulo 126: La Decisión de Rokugo

Rokugo y Rose decidieron que era mejor no revivir a Grimm hasta que el festival de los no-muertos terminara. Sabían que la situación era peligrosa y que necesitaban estar preparados para cualquier eventualidad.

"Rose, debemos estar preparados para cualquier cosa. Este festival es más peligroso de lo que pensábamos," dijo Rokugo, con determinación.

Rose, con una mirada de preocupación, respondió: "Entiendo, Rokugo. Estaré lista para lo que sea."

Capítulo 127: La Preparación para el Futuro

Con la decisión tomada, Rokugo y Rose se prepararon para enfrentar lo que viniera. Sabían que el reino de Grace aún enfrentaba muchos desafíos, pero estaban dispuestos a protegerlo y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

"Equipo, esta es nuestra oportunidad para demostrar nuestra valía. No podemos fallar," dijo Rokugo, con determinación.

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para enfrentar lo que viniera, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 128: La Duda de Alice

Alice, con su lógica de robot, no creía que dentro de esos peluches de verdad hubieran espíritus.

"Rokugo, no creo que dentro de esos peluches haya espíritus. Debemos investigar," dijo Alice, con una mirada analítica.

Rokugo, intrigado, respondió: "Tienes razón, Alice. Capturaremos uno y lo abriremos para ver qué hay dentro."

Capítulo 129: La Captura del Peluche

Rokugo y Alice capturaron uno de los peluches que estaban paseando por la ciudad. Con cuidado, lo llevaron a un lugar seguro para abrirlo.

"Alice, abramos este peluche y veamos qué hay dentro," dijo Rokugo, con determinación.

Alice, con su lógica de robot, asintió. "Entendido, Rokugo. Procedamos con precaución."

Capítulo 130: El Descubrimiento de Heine

Al abrir el peluche, descubrieron que Heine estaba dentro de ese peluche en particular. La demonio se había infiltrado aprovechando el festival de los no-muertos para intentar rescatar a Russel, quien llevaba semanas esclavizado en el país de Grace.

"¡Heine! ¿Qué haces aquí?" exclamó Rokugo, sorprendido.

Heine, con una sonrisa maliciosa, respondió: "Rokugo, he venido a rescatar a Russel. No podéis detenerme."

Capítulo 131: La Decisión de Snow

Snow, al ver a Heine, quiso entregarla y reclamar su recompensa.

"Rokugo, debemos entregar a Heine y reclamar la recompensa. Es nuestra oportunidad," dijo Snow, con una mirada de codicia.

Rokugo, aunque manoseo a Heine, se conmovió por sus intenciones. "Snow, no podemos hacer eso. Heine solo quiere rescatar a Russel."

Capítulo 132: La Reunión de Heine y Russel

Rokugo y Alice amordazaron a Heine y le permitieron ver a Russel. Al ver a Russel, Heine vio que Russel había sido obligado a vestir de maid, lo que avergonzaba tanto a Russel.

"Russel, ¿qué te han hecho?" preguntó Heine, con una mirada de preocupación.

Russel, desesperado, suplicó: "Heine, no me dejes aquí. Por favor, sálvame."

Capítulo 133: La Propuesta de Alice

Alice, con su lógica de robot, propuso usar a Heine como una cabra de Judas.

"Rokugo, propongo usar a Heine como una cabra de Judas. La liberaremos, pero con un detector para ubicar dónde está ese tal Lord Demonio," dijo Alice, con una mirada analítica.

Rokugo, intrigado, respondió: "Es una buena idea, Alice. Procedamos con precaución."

Capítulo 134: La Llamada de la Princesa Tilis

Antes de que pudieran hacer cualquier cosa, fueron llamados por la princesa Tilis. La princesa finalmente colapsó mentalmente de ver cómo cada noche los agentes de Kisaragi, incluyendo el mismo Rokugo, se metían en su habitación a hacer cualquier trivialidad, pero desnudos.

"Rokugo, ¿qué está pasando aquí? ¿Por qué cada noche los agentes de Kisaragi se meten en mi habitación desnudos?" preguntó la princesa Tilis, con una mirada de desesperación.

Rokugo, sin disculparse, aseguró que ya no lo harían. "Princesa Tilis, no se preocupe. Ya no lo haremos más."

Capítulo 135: La Salida del Castillo

Saliendo del castillo de la princesa Tilis, Rokugo observó cómo los habitantes se divertían con los peluches recipientes de espíritus. Al parecer, una chica encontró al peluche recipiente de su abuelo.

"Rokugo, mira eso. Los habitantes se están divirtiendo con los peluches recipientes de espíritus," dijo Alice, con una mirada de curiosidad.

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Es bueno ver que al menos algunos están disfrutando del festival."

Capítulo 136: La Preparación para el Futuro

Con la situación aclarada, Rokugo y su equipo se prepararon para enfrentar lo que viniera. Sabían que el reino de Grace aún enfrentaba muchos desafíos, pero estaban dispuestos a protegerlo y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

"Equipo, esta es nuestra oportunidad para demostrar nuestra valía. No podemos fallar," dijo Rokugo, con determinación.

Rose, aunque todavía asustada, asintió. "Haré lo mejor que pueda, Rokugo."

Grimm, con su actitud coqueta, sonrió. "Estoy lista para lo que sea, Rokugo."

Snow, aunque reacia, asintió. "Haré lo mejor que pueda."

Alice, siempre analítica, respondió: "Entendido, Rokugo. ¿Cuál es el plan?"

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "El plan es simple. Debemos estar preparados para cualquier ataque y usar nuestras habilidades al máximo. Rose, necesito que uses tu fuerza para protegernos. Grimm, necesito que uses tus maldiciones para debilitar al enemigo. Alice, necesito que uses tu inteligencia para analizar cualquier situación. Y Snow, necesito que uses tu espada nueva para luchar."

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para enfrentar lo que viniera, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 137: El Hombre Tigre y los Niños

El Hombre Tigre fue confundido con un peluche contenedor por un grupo de niños, quienes lo abrazaron con entusiasmo.

"¡Mira, un peluche gigante!" exclamó uno de los niños, abrazando al Hombre Tigre.

Rokugo, al ver la situación, se acercó rápidamente y comenzó a pelear con el Hombre Tigre con sus armas.

"¡Hombre Tigre, aléjate de los niños! La pedofilia está prohibida en Kisaragi," gritó Rokugo, apuntando su arma hacia el Hombre Tigre.

El Hombre Tigre, sorprendido, respondió: "Rokugo, no soy un peluche. ¡Soy el Hombre Tigre!"

Capítulo 138: El Primer Día del Festival de los No-Muertos

En el primer día del festival de los no-muertos, Rokugo y las chicas decidieron abrir una cafetería. Snow vestía ropa provocativa para atraer clientes.

"Rokugo, ¿qué te parece mi atuendo?" preguntó Snow, con una sonrisa coqueta.

Rokugo, con una mirada de aprobación, respondió: "Te ves bien, Snow. Esto atraerá a muchos clientes."

Sin embargo, el local fue clausurado y únicamente Snow fue arrestada debido a que Rokugo escapó.

"Rokugo, ¿dónde estás? ¡Me han arrestado!" gritó Snow, desesperada.

Capítulo 139: El Encuentro con Grimm

Rokugo se encontró con Grimm, quien le reclamó que no la estaba ayudando.

"Rokugo, ¿por qué no me ayudas? La última vez que me morí, ni siquiera se molestaron en llevar mi cuerpo al templo de Zenarith para que pudiera restaurarme," dijo Grimm, con una mirada de reproche.

Rokugo, tratando de calmarla, respondió: "Grimm, lo siento. Estaba ocupado con otras cosas."

Grimm, con una mirada de cansancio, continuó: "Organizar un festival de no-muertos es estresante. Algunos espíritus aprovechan que tienen un contenedor de peluche para espiar chicas mientras se bañan y cosas similares."

Rokugo, con una sonrisa, felicitó a Grimm por su organización. "Grimm, has hecho un gran trabajo. Estoy orgulloso de ti."

Grimm, con una mirada de advertencia, respondió: "No seas tan amable o terminaré enamorada de ti."

Rokugo, con una sonrisa, dijo: "No te preocupes, Grimm. Te compraré un collar bonito."

Capítulo 140: La Tienda Barata

Grimm pidió ir a una tienda barata para no abusar de la compasión de Rokugo.

"Rokugo, vamos a una tienda barata. No quiero abusar de tu compasión," dijo Grimm, con una mirada de determinación.

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Claro, Grimm. Vamos."

En la tienda, Rokugo pidió el collar más caro.

"Vendedora, quiero el collar más caro que tengas," dijo Rokugo, con una mirada de determinación.

La vendedora, con una sonrisa, respondió: "Claro, señor. Aquí tiene."

Rokugo, con una mirada de seriedad, aclaró: "Grimm no es mi novia, solo es una compañera de trabajo."

La vendedora, con una mirada de sorpresa, respondió: "Entiendo, señor."

Capítulo 141: La Muerte de Grimm

Rokugo se dio cuenta de que Grimm estaba muerta otra vez, esta vez de felicidad.

"Grimm, ¿qué te ha pasado?" preguntó Rokugo, preocupado.

Rokugo, con una mirada de determinación, se dirigió al templo de Zenarith para revivir a Grimm.

"Grimm, no te preocupes. Te reviviré," dijo Rokugo, con una mirada de determinación.

Capítulo 142: El Malentendido

Rokugo aclaró el malentendido con Grimm.

"Grimm, en Grace regalar un collar equivale a proponer matrimonio. No me estaba declarando," dijo Rokugo, con una mirada de seriedad.

Grimm, con una mirada de dolor, respondió: "Rokugo, ¿por qué no me lo dijiste antes? La última vez que alguien tuvo interés en mí fue cuando tenía 10 años con una carta de un amigo de infancia."

Rokugo, con una mirada de comprensión, respondió: "Lo siento, Grimm. No quería hacerte daño."

Capítulo 143: La Preparación para el Futuro

Con la situación aclarada, Rokugo y su equipo se prepararon para enfrentar lo que viniera. Sabían que el reino de Grace aún enfrentaba muchos desafíos, pero estaban dispuestos a protegerlo y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

"Equipo, esta es nuestra oportunidad para demostrar nuestra valía. No podemos fallar," dijo Rokugo, con determinación.

Rose, aunque todavía asustada, asintió. "Haré lo mejor que pueda, Rokugo."

Grimm, con su actitud coqueta, sonrió. "Estoy lista para lo que sea, Rokugo."

Snow, aunque reacia, asintió. "Haré lo mejor que pueda."

Alice, siempre analítica, respondió: "Entendido, Rokugo. ¿Cuál es el plan?"

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "El plan es simple. Debemos estar preparados para cualquier ataque y usar nuestras habilidades al máximo. Rose, necesito que uses tu fuerza para protegernos. Grimm, necesito que uses tus maldiciones para debilitar al enemigo. Alice, necesito que uses tu inteligencia para analizar cualquier situación. Y Snow, necesito que uses tu espada nueva para luchar."

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para enfrentar lo que viniera, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi

Capítulo 144: La Propuesta de Rokugo

Rokugo, al ver lo dolida que estaba Grimm por no tener novio y recordando que hace unas noches Grimm le había confesado que estaba enamorada de él, decidió hacerle una propuesta.

"Grimm, sé que estás dolida por no tener novio. Tengo una propuesta para ti," dijo Rokugo, con una mirada seria.

Grimm, con una mirada de esperanza, respondió: "¿Qué propuesta, Rokugo?"

Rokugo continuó: "Me casaré contigo en 10 años, con la condición de que ninguno de los dos se haya casado para entonces."

Grimm, con una sonrisa, aceptó la propuesta. "Acepto, Rokugo. Esperaré 10 años."

Capítulo 145: El Trato de Sangre

Ambos firmaron un trato con sangre para sellar su acuerdo.

"Rokugo, esto es un trato serio. No puedes romperlo," dijo Grimm, con una mirada de determinación.

Rokugo asintió. "Lo sé, Grimm. No romperé el trato."

Capítulo 146: La Confesión de Rokugo

Rokugo le dijo a Grimm que no se emocionara porque él ya tenía a alguien a quien amaba.

"Grimm, no te emociones. Ya tengo a alguien a quien amo," dijo Rokugo, con una mirada de seriedad.

Grimm, aguantando el dolor de la respuesta de Rokugo, respondió: "Tú tampoco te ilusiones. Seguro por cómo eres, ella tampoco te ha de querer."

Capítulo 147: Los Puntos Malos

De pronto, Rokugo vio cómo se le aumentaron los puntos malos. Ilusionar a alguien también se consideraba una opción de puntos malos.

Grimm, con una mirada de sorpresa, respondió: "¿Qué significa esto, Rokugo?"

Capítulo 148: El Demonio Poseído

Descubrieron que uno de los demonios que murieron durante la última batalla era quien lo estaba poseyendo.

"Rokugo, parece que uno de los demonios que murieron durante la última batalla te está poseyendo," dijo Grimm, con una mirada de preocupación.

Rokugo, con una mirada de determinación, respondió: "Debemos hacer algo al respecto."

Capítulo 149: El Perdón Divino

Grimm hizo un perdón divino en nombre de Zenarith en toda el área del país. Todos los espíritus abandonaron sus recipientes, incluyendo el peluche del demonio.

"Rokugo, he hecho un perdón divino en nombre de Zenarith. Todos los espíritus han abandonado sus recipientes," dijo Grimm, con una mirada de alivio.

Rokugo vio que Grimm se volvió a morir, esta vez no la revivió en el templo de Zenarith. Resignado, Rokugo decidió enterrar a Grimm.

Capítulo 150: La Resurrección de Grimm

Al levantar su cuerpo, el collar de Grimm fue considerado por Zenarith como una ofrenda y revivió a Grimm.

"Grimm, ¿qué ha pasado?" preguntó Rokugo, sorprendido.

Grimm, con una mirada de confusión, respondió: "No lo sé, Rokugo. Solo recuerdo haber hecho el perdón divino."

Capítulo 151: La Negación de Grimm

Grimm se negó a aceptar que de verdad había muerto y insistió en que solo había estado inconsciente.

"Rokugo, no he muerto. Solo he estado inconsciente," dijo Grimm, con una mirada de determinación.

Rokugo, con una mirada de preocupación, respondió: "Grimm, Zenarith está furiosa por tus suicidios accidentales."

Capítulo 152: La Furia de Zenarith

Grimm se negó a creer que su última muerte había sido real e insistió en que solo había estado inconsciente.

"Rokugo, no he muerto. Solo he estado inconsciente," dijo Grimm, con una mirada de determinación.

Rokugo, con una mirada de preocupación, respondió: "Grimm, Zenarith está furiosa por tus suicidios accidentales."

Capítulo 153: La Desaparición del Collar

Grimm se dio cuenta de que el collar que Rokugo le había regalado y su contrato de casarse en 10 años habían desaparecido al ser considerados como ofrenda para ser revivida.

"Rokugo, el collar y el contrato han desaparecido," dijo Grimm, con una mirada de tristeza.

Rokugo, con una mirada de comprensión, respondió: "Grimm, lo siento. No sabía que esto pasaría."

Capítulo 154: La Resignación de Grimm

Grimm sintió que había hecho el ridículo al haberse removido ella misma la bendición de Zenarith en el festival de los no-muertos.

"Rokugo, he hecho el ridículo. Me he removido yo misma la bendición de Zenarith," dijo Grimm, con una mirada de resignación.

Rokugo, con una mirada de comprensión, respondió: "Grimm, no te preocupes. Todo saldrá bien."

Capítulo 159: La Base de Kisaragi en la Selva de Grace

En la base de Kisaragi en la selva de Grace, Rokugo puso al tanto a Grimm sobre la situación.

"Grimm, Snow se quedará en la cárcel un buen tiempo por el restaurante ilegal que hicimos en el festival de los No-Muertos. Yo escapé, pero Rose decidió vivir como un peluche en casa de un anciano que le recuerda a su abuelo," explicó Rokugo.

Grimm, con una mirada de preocupación, respondió: "Rokugo, ¿qué haremos ahora?"

Rokugo, con una mirada de determinación, dijo:

debemos formalizar nuestra relación como novios. Después de todo, en 10 años nos casaremos."

Grimm se ilusionó con eso. "Rokugo, ¿de verdad?"

Rokugo asintió. "Sí, Grimm. Debemos hacerlo oficial."

Capítulo 160: La Llegada de las Máquinas de Kisaragi

Mientras Grimm veía las máquinas de Kisaragi llegar, Rokugo comentó: "La base de Kisaragi finalmente está lista."

Grimm, con una mirada de esperanza, respondió: "Eso es genial, Rokugo."

Capítulo 161: La Corporación de Kisaragi

Simultáneamente, en la corporación de Kisaragi, la ejecutiva Black Lilith comentó: "En el mundo donde está Rokugo, no hay hombres jóvenes debido a la guerra. Esto pondrá celosa a la ejecutiva Astaroth."

Recibieron una videollamada de Rokugo. Astaroth se arregló y puso ropa más provocativa para responder la llamada de Rokugo.

"Rokugo, ¿cómo estás?" preguntó Astaroth, con una sonrisa coqueta.

Rokugo respondió: "La base ya está terminada. Según el protocolo, deben enviar a alguna de las ejecutivas para su nueva administración."

Astaroth se ofreció para ello. "Yo iré, Rokugo. Quiero estar contigo."

Sin embargo, Rokugo usó su labia para que la ejecutiva que mandaran fuera Black Lilith. "Necesitamos ciencia en ese mundo. Black Lilith es la mejor opción."

Capítulo 162: La Cita con Grimm

Terminando la videollamada, Rokugo procedió a volver a la cita con Grimm en la que se encontraba.

"Grimm, ¿dónde estás?" preguntó Rokugo.

Grimm respondió: "Aquí, Rokugo. Abriré la boca para darte mi comida."

Cuando Rokugo se ilusionó, vio que fue una broma de Grimm.

"Grimm, ¿qué es esto?" preguntó Rokugo, molesto.

Grimm, llorosa, pidió perdón. "Rokugo, lo siento. Solo fue una broma."

Rokugo, molesto, le estampó la comida de Grimm en la cara.

"Grimm, no hagas eso," dijo Rokugo, con una mirada de reproche.

Grimm, llorosa, pidió perdón. "Rokugo, lo siento. No volveré a hacerlo."

Capítulo 163: La Orden de Conquista

Rokugo finalmente dio la orden de conquistar ese planeta.

"Equipo, es hora de conquistar este planeta," dijo Rokugo, con determinación.

Grimm, sorprendida, respondió: "Rokugo, ¿de verdad?"

Rokugo asintió. "Sí, Grimm. Es hora de hacerlo oficial."

Capítulo 164: El Accidente en la Base

El robot araña Destructor de Kisaragi estaba siendo tripulado camino al bosque cuando de pronto ocurrió una explosión. Un accidente en la base destruyó todo.

"¿Qué ha pasado?" preguntó Grimm, asustada.

Rokugo, con una mirada de preocupación, respondió: "Ha ocurrido un accidente en la base."

Capítulo 165: La Llegada de Black Lilith

Cuando Black Lilith llegó por la máquina teletransportadora, se topó con la sorpresa de que la base que según Rokugo había terminado meses en construir había sido destruida hace solo unos minutos por un accidente.

"Rokugo, ¿qué ha pasado aquí?" preguntó Black Lilith, sorprendida.

Rokugo, con una mirada de preocupación, respondió: "Ha ocurrido un accidente. La base ha sido destruida."

Capítulo 166: La Negación de Black Lilith

Black Lilith, negándose a vivir en un mundo sin internet, se quiso volver por la máquina teletransportadora.

"Rokugo, no puedo vivir en un mundo sin internet," dijo Black Lilith, con una mirada de desesperación.

Sin embargo, la máquina sufrió un desperfecto y se dañó.

"Black Lilith, la máquina está dañada," dijo Rokugo, con una mirada de preocupación.

Black Lilith se puso a llorar al darse cuenta de que iba a estar durmiendo en carpas y sin internet por todo un mes hasta que reconstruyeran la base y la máquina teletransportadora.

"Rokugo, ¿qué haré ahora?" preguntó Black Lilith, llorosa.

Rokugo, con una mirada de comprensión, respondió: "No te preocupes, Black Lilith. Todo saldrá bien."

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para enfrentar lo que viniera, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 167: La Pregunta de Lilith

Mientras Lilith intentaba comer en su tienda, le preguntó a Rokugo dónde estaban los demás agentes.

"Rokugo, ¿dónde están los demás agentes?" preguntó Lilith, con una mirada de curiosidad.

Rokugo, con una mirada de sinceridad, respondió: "Se fueron a hacer cualquier otra cosa. Ver a Lilith les revive traumas de los experimentos que Kisaragi les hizo para volverlos supersoldados."

Capítulo 168: La Construcción del Satélite

Lilith, canalizando sus iras, construyó un satélite para registrar el planeta donde se encontraban y lo puso en órbita.

"Rokugo, he construido un satélite para registrar el planeta. Ahora podremos ver todo lo que ocurre aquí," dijo Lilith, con una mirada de determinación.

Rokugo, impresionado, respondió: "Eso es impresionante, Lilith. Buen trabajo."

Capítulo 169: La Demostración del Arma

Con el satélite en órbita, Lilith, Rokugo y Alice se fueron a ver el poder de su última arma, matando a una iguana gigante.

"Rokugo, mira esto. Vamos a probar nuestra última arma," dijo Lilith, con una sonrisa maliciosa.

Rokugo, con una mirada de expectación, respondió: "Estoy listo, Lilith. Veamos de qué es capaz."

Capítulo 170: La Reunión con la Princesa Tilis

Después de la demostración, Lilith exigió a Rokugo hablar con la princesa Tilis. Rokugo lo arregló, y mientras tomaban el té, la princesa pasó de un estado de calma a una ira asesina.

"Princesa Tilis, ¿qué sucede?" preguntó Rokugo, preocupado.

La princesa Tilis, con una mirada de ira, respondió: "Por culpa de Rokugo, no tenemos agua debido a la vergonzosa contraseña de la máquina generadora de agua. Además, el zape con su miembro que le hizo Rokugo al príncipe de otros países desencadenó una guerra. Y los diferentes agentes de Kisaragi se colaban en mi habitación mientras dormía e iban al baño ahí."

Capítulo 171: La Discusión con Lilith

Lilith, avergonzada de sus acciones, pidió perdón.

"Princesa Tilis, lo siento mucho. No volverá a suceder," dijo Lilith, con una mirada de arrepentimiento.

La princesa Tilis, con una mirada de esperanza, respondió: "Lilith, necesitamos su ayuda con tecnología. ¿Podrían ayudarnos?"

Lilith, con una mirada de consideración, respondió: "Lo pensaré, princesa Tilis."

Capítulo 172: La Venganza de Snow

Al salir, Snow quería matar a Rokugo por meterla en la cárcel.

"Rokugo, te mataré por meterme en la cárcel," gritó Snow, furiosa.

Sin embargo, Snow fue inmovilizada y elevada por los brazos robóticos de Lilith.

"Snow, cálmate. No puedes matar a Rokugo," dijo Lilith, con una mirada de autoridad.

Capítulo 173: La Seducción de Snow

Lilith sedujo a Snow con la idea de que si se unía a Kisaragi, nunca más tendría problemas financieros y conseguiría todas las espadas que quisiera.

"Snow, si te unes a Kisaragi, nunca más tendrás problemas financieros y conseguirás todas las espadas que quieras," dijo Lilith, con una sonrisa tentadora.

Snow, aunque tentada, respondió: "Por el momento, no pienso unirme a Kisaragi."

Capítulo 174: La Reflexión de Snow

Snow reflexionó sobre la oferta de Lilith, pero decidió que por el momento no se uniría a Kisaragi.

"Lilith, gracias por la oferta, pero por el momento no me uniré a Kisaragi," dijo Snow, con una mirada de determinación.

Rokugo, con una mirada de alivio, respondió: "Entiendo, Snow. Respeto tu decisión."

Capítulo 176: La Refinería Petrolera

Lilith construyó una refinería petrolera con la intención de empezar a explotar los recursos del planeta mientras se reconstruía la base para aprovechar el tiempo.

"Rokugo, he construido una refinería petrolera. Vamos a empezar a explotar los recursos del planeta mientras reconstruimos la base," dijo Lilith, con una mirada de determinación.

Rokugo, impresionado, respondió: "Eso es impresionante, Lilith. Buen trabajo."

Capítulo 177: El Descubrimiento del Slime

Sin embargo, lo que salió de ahí no era petróleo, sino una especie de slime que los atacó y pronto regresó al suelo.

"¿Qué es esto?" preguntó Rokugo, sorprendido.

Lilith, con una mirada de preocupación, respondió: "Parece que no es petróleo. Es alguna especie de slime."

Capítulo 178: La Deducción de Lilith

Le tomó unas horas a Lilith deducirlo, pero esa criatura parecía alimentarse del agua de ese mundo.

"Rokugo, esta criatura se alimenta del agua de este mundo," dijo Lilith, con una mirada de preocupación.

Rokugo, con una mirada de determinación, respondió: "Debemos estar preparados para cualquier cosa."

Capítulo 179: La Conversación con Snow

Mientras Snow ponía al tanto a Lilith sobre ese mundo, Lilith comentó sobre una posible relación cercana que veía entre Snow y Rokugo, en broma diciendo que le estaba siendo infiel a Astaroth.

"Snow, ¿qué hay entre tú y Rokugo? ¿Le estás siendo infiel a Astaroth?" preguntó Lilith, con una sonrisa burlona.

Snow, con una mirada de sorpresa, respondió: "¿Qué? No, no hay nada entre nosotros."

Capítulo 180: La Granja de Orcos

Esta atmósfera se rompió cuando Snow les presentó a Lilith y Rokugo una "granja" de ese mundo, donde había orcos esclavizados para trabajar la tierra y cuando los orcos llegaban a cierta edad, los mataban para comérselos.

"Lilith, Rokugo, quiero presentarles esta granja. Aquí hay orcos esclavizados para trabajar la tierra y cuando llegan a cierta edad, los matan para comérselos," explicó Snow, con una mirada de seriedad.

Lilith, con una mirada de sorpresa, respondió: "Eso es... interesante."

Capítulo 181: Las Criaturas Gigantes

Snow puso al tanto de las criaturas gigantes que vivían ahí, como el Rey del Desierto, un topo gigante; el Rey del Bosque, una lagartija gigante (la que Lilith con su invento y Snow no sabían); y el Rey de los Cielos.

"Lilith, Rokugo, también hay criaturas gigantes aquí. El Rey del Desierto es un topo gigante, el Rey del Bosque es una lagartija gigante, y el Rey de los Cielos es un gorrión gigante," explicó Snow, con una mirada de preocupación.

Lilith, con una mirada de determinación, respondió: "Quiero ver al Rey de los Cielos. Pensé que tendría el título de cazadora de dragones."

Capítulo 182: El Rescate de Rokugo

Para su decepción, el Rey de los Cielos era un gorrión gigante, el cual secuestró a Rokugo para dárselo a sus crías.

"¡Rokugo, cuidado!" gritó Lilith, preocupada.

Rokugo, con una mirada de determinación, respondió: "No te preocupes, Lilith. Estoy bien."

Capítulo 183: El Descubrimiento de las Gemas

Al rescatar a Rokugo, Lilith vio que en ese mundo era muy fácil crear gemas que en su mundo valían una fortuna.

"Rokugo, mira esto. En este mundo es muy fácil crear gemas que en nuestro mundo valen una fortuna," dijo Lilith, con una mirada de emoción.

Rokugo, con una mirada de sorpresa, respondió: "Eso es increíble, Lilith. Podemos aprovechar esto."

Capítulo 184: La Preparación para el Futuro

Con la situación aclarada, Rokugo y su equipo se prepararon para enfrentar lo que viniera. Sabían que el reino de Grace aún enfrentaba muchos desafíos, pero estaban dispuestos a protegerlo y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

"Equipo, esta es nuestra oportunidad para demostrar nuestra valía. No podemos fallar," dijo Rokugo, con determinación.

Rose, aunque todavía asustada, asintió. "Haré lo mejor que pueda, Rokugo."

Grimm, con su actitud coqueta, sonrió. "Estoy lista para lo que sea, Rokugo."

Snow, aunque reacia, asintió. "Haré lo mejor que pueda."

Alice, siempre analítica, respondió: "Entendido, Rokugo. ¿Cuál es el plan?"

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "El plan es simple. Debemos estar preparados para cualquier ataque y usar nuestras habilidades al máximo. Rose, necesito que uses tu fuerza para protegernos. Grimm, necesito que uses tus maldiciones para debilitar al enemigo. Alice, necesito que uses tu inteligencia para analizar cualquier situación. Y Snow, necesito que uses tu espada nueva para luchar."

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para enfrentar lo que viniera, dispuestos a proteger el reino de Grace y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

Capítulo 185: La Llegada de Grimm

Al campamento llegó Grimm a conocer a Black Lilith, confundiéndola con la madre de Rokugo, a pesar de que eran de la misma edad y Lilith aparentaba menos años.

"Grimm, ¿qué haces aquí?" preguntó Rokugo, sorprendido.

Grimm, con una sonrisa, respondió: "He venido a conocer a Black Lilith. Pensé que era tu madre."

Lilith, con una mirada de sorpresa, respondió: "No soy su madre. Soy Black Lilith, una ejecutiva de Kisaragi."

Capítulo 186: La Confusión de Grimm

Grimm, con una mirada de confusión, continuó: "Oh, lo siento. Pensé que eras su madre. De todas formas, quería decirte que me he comprometido con Rokugo."

Lilith, ahora sí se enojó porque eso confirmaría que Rokugo le estaba siendo infiel a Astaroth.

"¿Qué? ¿Te has comprometido con Rokugo?" preguntó Lilith, con una mirada de ira.

Rokugo, tratando de calmar la situación, respondió: "Solo firmé un contrato de que si ninguno de los dos se casa, nos casaremos en 10 años."

Capítulo 187: La Gratitud de Grimm

Grimm, con una mirada de gratitud, agradeció a Lilith por todo lo que había hecho Rokugo.

"Lilith, gracias por todo lo que has hecho por Rokugo," dijo Grimm, con una sonrisa.

Grimm intentó ser cariñosa y mimosa con Rokugo, pero Rokugo, sabiendo que Lilith le diría cualquier cosa a Astaroth, puso resistencia.

"Grimm, no es el momento," dijo Rokugo, con una mirada de seriedad.

Capítulo 188: La Intervención de Snow

Snow, al ver la situación, comentó: "La única mujer de la que deberías depender es Grimm."

Rokugo, con una mirada de advertencia, hizo señas a Grimm para que parara.

"Grimm, por favor, no sigas," dijo Rokugo, con una mirada de súplica.

Capítulo 189: El Recuerdo de Grimm

Entonces, Grimm se acordó de lo que tenía que decir.

"Rokugo, el Rey de Barro, el Slime que se come el agua del reino, ha salido furioso. Sospechamos que fue por algún ataque de los Lord Demonios," dijo Grimm, con una mirada de preocupación.

Lilith, recordando lo que había hecho esa mañana, respondió: "Fue por lo que intenté extraer petróleo esta mañana."

Capítulo 190: La Solidificación del Slime

Grimm quería apaciguar al Slime, pero Lilith usó su armamento para solidificarlo y volverlo estatua.

"Lilith, ¿qué has hecho?" preguntó Grimm, sorprendida.

Lilith, con una mirada de determinación, respondió: "He solidificado al Slime. Ahora es una estatua."

Capítulo 191: La Frustración de Lilith

Lilith se sintió frustrada de que ese mundo no fuera un mundo primitivo fácil de conquistar, sino que, sin que sus propios habitantes lo supieran, era avanzado en armas biológicas.

"Este mundo no es un mundo primitivo fácil de conquistar. Es avanzado en armas biológicas," dijo Lilith, con una mirada de frustración.

Rokugo, con una mirada de comprensión, respondió: "Entiendo, Lilith. Debemos estar preparados para cualquier cosa."

Capítulo 193: La Indignación de Lilith

Lilith se sintió indignada de que Rokugo la estuviera usando para exterminar a esos animales gigantes que tanto le molestaban.

"Rokugo, ¿cómo te atreves a usarme para exterminar a esos animales gigantes? Esto es indignante," dijo Lilith, con una mirada de ira.

Rokugo, tratando de calmar la situación, respondió: "Lilith, no es mi intención usarte. Solo estamos tratando de proteger el reino."

Capítulo 194: La Confusión de Grimm

Grimm no paraba de decirle "madre" a Lilith, aun cuando Lilith ya le había explicado que era la jefa de Rokugo, no su madre real.

"Madre, ¿qué haremos ahora?" preguntó Grimm, con una mirada de confusión.

Lilith, con una mirada de exasperación, respondió: "Grimm, no soy tu madre. Soy la jefa de Rokugo."

Capítulo 195: La Investigación de Grimm

Grimm fue a investigar una supuesta mansión embrujada donde resultó que eran hologramas de Alice que fingía ser cazafantasmas para ganar dinero fingiendo exorcismos.

"Alice, ¿qué es esto?" preguntó Grimm, sorprendida.

Alice, con su lógica de robot, respondió: "Son hologramas, Grimm. Estoy ganando dinero fingiendo ser cazafantasmas."

Capítulo 196: La Indignación de Grimm

Grimm se sintió indignada ante el escepticismo de Alice para lo sobrenatural.

"Alice, esto es indignante. No puedes fingir ser cazafantasmas," dijo Grimm, con una mirada de ira.

Alice, con su lógica de robot, respondió: "Grimm, esto es solo una forma de ganar dinero. No hay nada sobrenatural aquí."

Capítulo 197: La Invocación del Ángel

En un intento por probar que existen, Grimm invocó a un ángel.

"Alice, voy a invocar a un ángel para probar que existen," dijo Grimm, con una mirada de determinación.

Alice, con su lógica de robot, se puso a joder al ángel tratando de probar que "No es un ángel".

"Alice, ¿qué estás haciendo?" preguntó Grimm, sorprendida.

Alice, con su lógica de robot, respondió: "Estoy probando que no es un ángel."

Capítulo 198: La Maldición del Ángel

El ángel, enfadado, maldijo a Grimm para que nunca pudiera conocer a un hombre bueno.

"Grimm, te maldigo para que nunca puedas conocer a un hombre bueno," dijo el ángel, con una mirada de ira.

Grimm, con una mirada de desesperación, respondió: "No, por favor, no me maldigas."

Capítulo 199: La Asustada Lilith

Lilith estaba asustada por todo ese encuentro. Al irse el ángel, Lilith le pidió a Alice que le pasara algunas muestras que tomó de ese supuesto ángel.

"Alice, ¿puedes pasarme algunas muestras que tomaste de ese supuesto ángel?" preguntó Lilith, con una mirada de preocupación.

Alice, con su lógica de robot, respondió: "Claro, Lilith. Aquí tienes."

Capítulo 200: La Reclutación de Grimm

Lilith aprovechó la vulnerabilidad mental de Grimm ante la maldición del ángel para reclutarla para Kisaragi.

"Grimm, sé que estás pasando por un momento difícil. ¿Te gustaría unirte a Kisaragi?" preguntó Lilith, con una mirada de compasión.

Grimm, con una mirada de desesperación, respondió: "Sí, Lilith. Me gustaría unirme a Kisaragi."

Capítulo 202: La Acumulación de Puntos Malos

Rokugo, viendo la cantidad de puntos malos que había acumulado todos los días con el mínimo esfuerzo solo por fingir ser el novio de Grimm, se sintió satisfecho.

Grimm, con una mirada de ilusión, respondió: "Rokugo, ¿de verdad somos novios?"

Capítulo 203: El Permiso de Astaroth

Rokugo recordó que antes de viajar al planeta 407, su novia Astaroth le había dado permiso para seducir doncellas siempre que fuera para el bien de la conquista.

Capítulo 204: La Convicción de Rokugo

Rokugo se convenció de lo que estaba haciendo, diciendo que lo arreglaría con Astaroth para convencerla de que su "noviazgo" con Grimm fue parte de ese permiso.

Capítulo 205: El Regalo del Collar

Rokugo decidió dar el siguiente paso para jugar con el corazón de Grimm y ganar aún más puntos malos. Le regaló un collar a Grimm, diciendo nerviosamente que lo compró porque "cuando vi el collar, me hizo pensar en ti".

"Grimm, te compré este collar porque cuando lo vi, me hizo pensar en ti," dijo Rokugo, con una mirada de nerviosismo.

Capítulo 206: La Reacción de Grimm

Grimm cayó en la trampa de Rokugo, diciendo: "¿Estás... enamorado de mí? ¿De verdad? ¿De verdad?"

"No puedo creerlo. El Comandante... está enamorado de mí... y quiere a una chica como yo. Pensé que este día finalmente había llegado. Es como un sueño," dijo Grimm, con una mirada de emoción.

Capítulo 207: El Sobrepensamiento de Grimm

Grimm comenzó a sobrepensar la situación, diciendo: "Pero... ¿qué diferencia habría ahora que somos novios de verdad con lo que ya hacíamos? Y si no sé cómo hacerlo... ¿Y si lo arruino? ¿Qué pasará?"

Capítulo 208: La Intervención de Rokugo

Rokugo, para evitar que Grimm colapsara en su propio sobrepensamiento, le dijo que por el momento no se agarraran las manos, ni se besaran, ni siquiera que se llamaran por apodos bonitos. Le pidió a Grimm que siguiera diciéndole "Comandante".

"Grimm, por el momento no nos agarremos las manos, ni nos besemos, ni siquiera nos llamemos por apodos bonitos. Sigue diciéndome 'Comandante'," dijo Rokugo, con una mirada de seriedad.

Capítulo 209: La Aceptación de Grimm

Grimm, con una mirada de comprensión, respondió: "Entiendo, Comandante. Haré lo que me pidas."

Rokugo, con una mirada de alivio, respondió: "Gracias, Grimm. Esto es lo mejor para ambos."

Capítulo 211: La Reunión con la Princesa Tilis

Rokugo y su equipo se reunieron con la princesa Tilis para informarle sobre la situación.

"Princesa Tilis, hemos descubierto que el reino de Grace está en grave peligro. Los demonios de Lord Demonio están avanzando y necesitamos refuerzos," dijo Rokugo, con una mirada seria.

La princesa Tilis, preocupada, respondió: "Rokugo, ¿qué podemos hacer?"

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Necesitamos más agentes de Kisaragi. Con más hombres, podremos defender el reino y cumplir con nuestra misión."

Capítulo 212: La Solicitud de la Princesa Tilis

La princesa Tilis, con una mirada de determinación, asintió. "Entiendo, Rokugo. Haré lo que sea necesario para proteger el reino. ¿Qué necesitas?"

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Necesitamos que envíes más agentes de Kisaragi. Con más hombres, podremos defender el reino y cumplir con nuestra misión."

Capítulo 213: La Llegada de los Refuerzos

Al día siguiente, varios agentes de Kisaragi llegaron al reino de Grace. Rokugo y su equipo los recibieron con entusiasmo.

"Bienvenidos, agentes de Kisaragi. Gracias por venir," dijo Rokugo, con una sonrisa.

Los agentes, con una mirada de determinación, respondieron: "Estamos aquí para ayudar, Comandante Rokugo."

Capítulo 214: La Preparación para la Batalla

Con los refuerzos de Kisaragi, Rokugo y su equipo se prepararon para la batalla. Sabían que el reino de Grace aún enfrentaba muchos desafíos, pero estaban dispuestos a protegerlo y cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

"Equipo, esta es nuestra oportunidad para demostrar nuestra valía. No podemos fallar," dijo Rokugo, con determinación.

Rose, aunque todavía asustada, asintió. "Haré lo mejor que pueda, Rokugo."

Grimm, con su actitud coqueta, sonrió. "Estoy lista para lo que sea, Rokugo."

Snow, aunque reacia, asintió. "Haré lo mejor que pueda."

Alice, siempre analítica, respondió: "Entendido, Rokugo. ¿Cuál es el plan?"

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "El plan es simple. Debemos estar preparados para cualquier ataque y usar nuestras habilidades al máximo. Rose, necesito que uses tu fuerza para protegernos. Grimm, necesito que uses tus maldiciones para debilitar al enemigo. Alice, necesito que uses tu inteligencia para analizar cualquier situación. Y Snow, necesito que uses tu espada nueva para luchar."

Capítulo 215: La Batalla Final

La batalla final fue intensa. Los demonios de Lord Demonio avanzaban con fuerza, pero Rokugo y su equipo, con los refuerzos de Kisaragi, lograron defender el reino de Grace.

"Rokugo, estamos ganando terreno," dijo uno de los agentes de Kisaragi, con una sonrisa de determinación.

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Sí, estamos ganando. Pero no podemos bajar la guardia. Debemos seguir luchando."

Capítulo 216: La Victoria

Después de una batalla intensa, Rokugo y su equipo lograron derrotar a los demonios de Lord Demonio. La princesa Tilis, agradecida, se acercó a Rokugo.

"Rokugo, has salvado el reino de Grace. Gracias," dijo la princesa Tilis, con una mirada de gratitud.

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "De nada, princesa Tilis. Es mi deber."

Capítulo 217: La Recompensa

La princesa Tilis, agradecida, decidió recompensar a Rokugo y su equipo por su valentía y sacrificio.

"Rokugo, has demostrado ser un héroe. Te recompensaré con lo que desees," dijo la princesa Tilis, con una sonrisa.

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Princesa Tilis, no necesito ninguna recompensa. Solo hice lo que tenía que hacer."

Capítulo 218: La Despedida

Con la misión cumplida y el reino de Grace a salvo, Rokugo y su equipo se prepararon para regresar a su mundo.

"Equipo, es hora de regresar a nuestro mundo," dijo Rokugo, con una mirada de determinación.

Rose, aunque todavía asustada, asintió. "Haré lo mejor que pueda, Rokugo."

Grimm, con su actitud coqueta, sonrió. "Estoy lista para lo que sea, Rokugo."

Snow, aunque reacia, asintió. "Haré lo mejor que pueda."

Alice, siempre analítica, respondió: "Entendido, Rokugo. ¿Cuál es el plan?"

Rokugo sonrió, su confianza reflejada en su rostro. "El plan es simple. Debemos estar preparados para cualquier ataque y usar nuestras habilidades al máximo. Rose, necesito que uses tu fuerza para protegernos. Grimm, necesito que uses tus maldiciones para debilitar al enemigo. Alice, necesito que uses tu inteligencia para analizar cualquier situación. Y Snow, necesito que uses tu espada nueva para luchar."

Capítulo 219: El Regreso a Kisaragi

Rokugo y su equipo regresaron a Kisaragi, donde fueron recibidos con honores. La ejecutiva Astaroth, con una sonrisa, se acercó a Rokugo.

"Rokugo, has cumplido con tu misión. Estoy orgullosa de ti," dijo Astaroth, con una sonrisa.

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Gracias, Astaroth. Solo hice lo que tenía que hacer."

Capítulo 220: La Nueva Misión

Con la misión cumplida, Rokugo y su equipo recibieron una nueva asignación. La ejecutiva Astaroth les informó sobre su próxima misión.

"Rokugo, tienes una nueva misión. Debes infiltrarte en un grupo de rebeldes y obtener información crucial para Kisaragi," dijo Astaroth, con una mirada seria.

Rokugo, con una sonrisa, respondió: "Entendido, Astaroth. Estoy listo para la nueva misión."

Y así, Rokugo y su equipo se prepararon para su próxima aventura, dispuestos a cumplir con su misión para la Corporación Kisaragi.

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