Es difícil determinar cómo habría reaccionado el mundo en general si Corea del Norte hubiera organizado el Mundial 2022 bajo la dirección de la hermana de Kim Jong-un. Probablemente, la comunidad internacional habría expresado preocupación por la situación política y los derechos humanos en Corea del Norte, y es posible que algunos países hubieran boicoteado el evento en respuesta.
Además, es probable que la FIFA y otras organizaciones deportivas hubieran tenido que lidiar con preguntas sobre la decisión de permitir que un país con un historial de represión y control organizara un evento deportivo de esta magnitud. Es posible que la FIFA hubiera recibido críticas por priorizar los intereses económicos y de transmisión sobre las preocupaciones éticas y políticas.
Por otro lado, si Corea del Norte hubiera logrado organizar un Mundial exitoso y seguro, es posible que hubiera habido un mayor reconocimiento internacional del país y una mejora en su imagen en el extranjero. Sin embargo, esto es hipotético y dependería de muchos factores, incluyendo la situación política en el país y la forma en que el gobierno hubiera manejado la organización del torneo.
Es difícil predecir con exactitud cómo habría sido el Mundial 2022 si Kim Jong-un hubiera desaparecido durante la pandemia del 2020 y su hermana lo hubiera reemplazado y Corea del Norte hubiera organizado el torneo.
Primero, es importante tener en cuenta que Corea del Norte no es conocida por tener una gran tradición futbolística y que su selección nacional no ha tenido un gran éxito en competiciones internacionales. Además, Corea del Norte tiene una economía y una infraestructura limitadas, lo que podría haber dificultado la organización del torneo.
Si la hermana de Kim Jong-un hubiera tomado el control del país, es posible que hubiera habido cambios en la política de Corea del Norte con respecto a la organización del torneo. Sin embargo, dado el historial de represión y control del gobierno norcoreano, es probable que el evento se hubiera utilizado para promover la imagen del régimen y controlar a la población.
En términos prácticos, habría sido un desafío logístico organizar un torneo de la magnitud del Mundial en un país que no tiene una gran experiencia en la organización de eventos deportivos internacionales. Además, habría sido difícil para los equipos y los aficionados internacionales viajar a Corea del Norte debido a las restricciones de viaje y la falta de infraestructura para alojar a un gran número de personas.
En resumen, aunque es difícil saber con certeza cómo habría sido el Mundial 2022 si Kim Jong-un hubiera desaparecido y su hermana hubiera tomado el control de Corea del Norte, es probable que habría habido muchos desafíos logísticos y políticos asociados con la organización del torneo en un país con una economía y una infraestructura limitadas y un historial de represión y control.
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